La suspensión de la tradicional Peregrinación Rosario-San Nicolás abrió un contrapunto entre los organizadores y el Gobierno provincial. Mientras la Comisión General sostuvo que la decisión respondió a la imposibilidad de garantizar la seguridad de los fieles, desde la provincia de Santa Fe negaron esa versión y afirmaron que la cobertura estaba prevista.
En un comunicado oficial, la Provincia negó rotundamente esa versión y afirmó que el operativo estaba contemplado desde el inicio. “Tanto la Peregrinación Rosario–San Nicolás como otros eventos masivos del calendario anual cuentan con su cobertura planificada con anticipación”, expresó el texto. Además, el Ministerio de Justicia y Seguridad indicó que se puso en contacto con la comisión organizadora para pedir la rectificación de su mensaje.
El Ejecutivo provincial remarcó que los encuentros masivos contaban con planificación y despliegue de seguridad. A la vez, rechazó la acusación con un mensaje contundente: “Se desmiente enérgicamente que se haya expresado no poder cumplir con el servicio de seguridad para este acontecimiento tan significativo para los fieles católicos”.
Por su parte, la organización había argumentado que la decisión respondía a “razones de fuerza mayor, ajenas a la organización, que imposibilitan el desarrollo del evento en las condiciones necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los peregrinos”. En ese mismo texto se mencionaba que durante septiembre Rosario será sede de diversos eventos que concentrarán a las fuerzas de seguridad y al personal de salud, lo que habría dificultado el acompañamiento habitual de la caminata.
La controversia dejó en suspenso una de las manifestaciones de fe más numerosas de la región, que cada año convoca a miles de devotos en el trayecto entre Rosario y San Nicolás.
