El control, como es habitual, consistirá en:
- Verificación de la documentación (licencia de conducir, cédula verde, seguro).
- Examen con equipo tipo alómetro (para determinar si hay presencia de alcohol).
En caso de dar positivo para el examen alómetro, se realiza el test con alcoholímetro para determinar el dosaje.
Según establece la Ley de Alcohol Cero, las penalidades incluyen inhabilitación para manejar, arresto y multas según el nivel de alcohol en sangre detectado.
Por lo tanto, quienes conduzcan con valores de hasta 499 miligramos recibirán tres meses de inhabilitación para manejar.
Si el grado de alcoholemia se encuentra entre 500 y 999 miligramos, la pena será de seis meses, mientras que estarán inhabilitadas por 18 meses las personas que circulen con tasas entre 1000 y 1500 miligramos de alcohol por litro de sangre.
Por último, quienes superen los 1500 miligramos no podrán conducir por el lapso de 18 meses.
Esta medida apunta a disociar al alcohol de la conducción, una de las principales causas de siniestros viales graves.