
La elección por ser DJ: “Fue una decisión que se fue dando con el tiempo, el claro ejemplo de que todo comenzó como una joda y quedó. Con un grupo de amigos íbamos a un club en La Emilia a organizar fiestas para nosotros mismos: nos encargábamos de todo, y a mí me tocaba estar a cargo de la música. A medida que los eventos pasaban, algunos amigos me generaban contactos con otros lugares para pasar música, y a partir de ahí se despertó el deseo de hacer esto como un trabajo estable. El momento de poder darle felicidad a la gente, que se olvide un rato de los problemas cotidianos o se despeje un poco mentalmente, es algo que me motiva a ser DJ cada día.”
Del pasatiempo al trabajo: “Comenzó todo como una joda, disfrutando del simple hecho de pasar música. Más allá de la aprobación que recibía, lo seguía tomando como un pasatiempo. Si bien no existe un momento preciso en el que se produce el cambio de perspectiva, creo que cuando me fui a vivir por un tiempo a Rosario entendí que podía ser mi sustento de vida. También el hecho de sentir que estás pegada, por tocar en diferentes lugares y ciudades, contribuye a empezar a tomarlo como un trabajo. Igual tiene su lado B, que es cansador: viajes, preparación del lugar, quedarse hasta el final del evento… Los fines de semana se resumían en eventos y dormir. Hoy trato de coordinar todo para tener tiempo para mí y disfrutar de mis cosas.”
La diversidad de la profesión: “Hoy en día existe una ‘grieta’ que divide entre los DJ de música electrónica y los que pasan música bailable popular. La sociedad te señala que si pasás música de un estilo no podés pasar del otro. Está tan metido en el ambiente que algunos DJ desprestigian el trabajo de otros por esa ‘cuestión ideológica’, podemos decirle. Para mí eso es totalmente erróneo: si el DJ conoce de música, está capacitado para pasar temas de cualquier estilo y género.”
La preparación del DJ: “Yo en mi casa armo sets, paso horas intercalando temas y acomodando cada canción para que tenga un sentido o un ritmo. Pero la realidad es que la única prueba es lo que pasa en vivo, en el evento en sí. Ahí ves cómo vibra la gente, si disfruta o no lo que hacés, y de ahí deducís lo que debés mejorar y lo que no puede faltar en cada evento.”
¿Los DJ son músicos?: “Para mí no son músicos. El tema va por otro lado; es difícil catalogar lo que hace un DJ. Existen quienes estudiaron música, tocan instrumentos, crean sus propios temas, mezclan, unen y aceleran o reducen el sonido según lo que buscan. Y también están los que, como la mayoría, entienden de música en función de lo que pasa con el público. No todo DJ es músico, pero para serlo tenés que entender de música, en especial su plano emocional, y sentir lo que el momento te pide.”
La definición de su profesión: “Hoy, analizando los contextos y ámbitos en los que el DJ se desenvuelve, te diría que somos los encargados de brindar esa porción de alegría en el evento a disfrutar. El tema económico también es importante, porque en la mayoría de los casos nuestra función puede llegar a marcar la calidad del evento. Tenemos una responsabilidad muy grande cuando nos contratan: debemos demostrar que somos distintos, sobresalir y, por sobre todas las cosas, dejar satisfecho al público.”
Sus referentes: “Creo que solo existe uno, y considero que es el referente de la mayoría de los DJ en la actualidad: Hernán Cattáneo. Más allá de su desempeño y forma de trabajar, mediante su trayectoria brinda un mensaje de unión para todos los ámbitos de este trabajo. Valorar de la misma forma a quien llena estadios como a quien pasa música en un cumpleaños o casamiento. Ambos son importantes y merecen el mismo respeto.”
El consumo y la emoción del arte: “Ahora aprendí a tener tiempo para mis cosas y prefiero ir a recitales, en especial de rock. Pero si tengo el tiempo necesario, voy a cualquier evento de arte que me inviten. En la música encuentro una unión de generaciones que me produce mucha satisfacción. Desde lo personal, que las personas te expresen en vivo que fueron felices con tu trabajo, al punto de darte regalos u ofrecerte más trabajo, forma parte de la emoción por todo mi esfuerzo.”
Ser consciente del poder del arte, de alguna forma, distingue a unas personas de otras. Bebu encontró en algo que realizaba con naturalidad una forma de crear momentos irrepetibles a través de la rama que más interpela a las personas. Música: mientras caemos, hay música. Aunque afuera esté todo mal, quizás te olvides un poco de eso si estás donde está ella.



