
La normativa establece que, en las relaciones de consumo, los usuarios podrán utilizar personalmente el dispositivo para abonar con tarjeta, sin necesidad de entregar el plástico ni el documento de identidad a los comercios. No obstante, sí deberán exhibirlos para comprobar la identidad y la titularidad de la tarjeta.
El objetivo de la ley es reforzar la seguridad, proteger los datos personales, prevenir fraudes y robos, y adecuar la legislación provincial a las mejores prácticas internacionales.
En los fundamentos del proyecto, Demaría señaló que es habitual que en los comercios se pida a los clientes tanto la tarjeta como el DNI, quedando fuera de su control durante varios minutos. Ese tiempo puede ser suficiente para que se copien datos, se realicen operaciones indebidas o incluso se clonen las tarjetas.
Finalmente, la senadora —que preside la Comisión de Personas Usuarias y Consumidoras— precisó que la aplicación de esta medida es optativa: quienes lo prefieran podrán continuar entregando la tarjeta al personal del comercio para efectuar el pago.
Fuente: Con información de Infogei