Economía

Se aleja la recuperación en “V” de la economía: cómo la proyectan los economistas

La reactivación se demoraría más de lo previsto por el Gobierno y sería impulsada por el sector agropecuario. Analistas proyectan caídas de entre 3% y 5% para 2024. El rol clave del cepo cambiario en el rebote

banner-noticia
banner-noticia

Con caídas sostenidas del salario real, el consumo y la inversión, la economía argentina transita el piso de la recesión y la recuperación se demoraría más de lo esperado por el gobierno de Javier Milei, que apuesta a un rebote en forma de “V”. El cambio de tendencia llegaría de la mano del sector agropecuario a partir del segundo semestre y dependerá de las condiciones cambiarias que prevalezcan durante la cosecha gruesa, según economistas consultados por PERFIL.

La combinación del salto del tipo de cambio oficial, la aceleración de la dinámica inflacionaria y el ajuste de las cuentas públicas repercutió de forma negativa en los ingresos de los ciudadanos y profundizó el declive de la actividad económica que empezó a sentirse desde mediados de 2023 y que se acentuó en noviembre (-1,9%), diciembre (-2,8%) y enero (-1,2%).

A medida que avanza la contracción, florece la discusión acerca de cómo se comportará el Producto Bruto Interno (PBI) en los próximos meses. Si bien el oficialismo apunta a un repunte en “V”, que se traduce en un fuerte descenso seguido de una rápida recuperación, quienes miran de cerca los números macro tienden un manto de dudas respecto de la evolución de la economía en su conjunto y recelan de un rebote veloz.

Actividad económica: dudas respecto a la recuperación en “V”

El analista de Estrategia de Cohen, Jeronimo Montalvo, definió los tipos de comportamiento que puede presentar una economía en crisis: la “V” (rápida caída y rápida recuperación); la “U” (mayor valle); “pipa de Nike” (recuperación gradual); la “W” (recuperación volátil con subas y bajas) y la “L” (sin recuperación).

El escenario optimista en forma de ‘V’ estaría prácticamente descartado, dadas las condiciones previas. Por su parte, la ‘U’ y la ‘pipa Nike’ son las firmes candidatas, que se dieron en las crisis de 2013/14 y 2015/16, respectivamente. Una ‘W”’ apuntaría al escenario de una nueva devaluación durante el año que corte transitoriamente la recuperación. Aún no se eleva como el escenario base pero sus probabilidades crecen a medida que el 2% de devaluación se mantiene”, evaluó.

El especialista se inclinó por el gráfico que emula el logo de la marca de indumentaria y calzado deportivo. Esto contempla un impacto negativo fuerte en el corto plazo haciendo un piso en el segundo trimestre del 2024. Bajo dicha tesis, la mejora se originaría de la estabilidad financiera y el sector agrícola, que atenuaría el golpe de la contracción.

Considerando las condiciones previas, la reactivación sería gradual y a caballo de una baja de la inflación que permita recomponer los salarios reales y la inversión. “Así, la caída del PBI durante 2024 superaría el 4% y se estaría volviendo al nivel de actividad original a finales de 2025, luego de nueve trimestres”, proyectó Montalvo.

Para el director asociado de EcoGo, Sebastián Menescaldi, la cosecha podría sentar los cimientos de un leve rebote entre abril y julio. Aunque el consultor aclaró que si se removiera el efecto del agro, el retroceso de la economía seguiría estando presente. “Lo más factible es que a partir del tercer trimestre vuelva a crecer con resultados muy desiguales en los distintos segmentos”, juzgó.

A la vez, el economista consideró que la salida en “V” de la crisis está sujeta al nivel de gobernabilidad, la unificación del tipo de cambio, la estabilización macro y el ingreso de capitales. “Si no consiguen esos tres objetivos, dado que las necesidades de dólares hacia adelante son crecientes, la salida sería más en ‘L’. Esto implica una recuperación pero de manera lenta”, advirtió.

Coincidió el director de Economía de Fundar, Guido Zack, al vaticinar que mientras el Gobierno no logre retrotraer el nivel de inflación a los niveles de mitad de 2023 como mínimo y con una tendencia decreciente sostenible, “el país no volverá a crecer”.

“Se están postergando pagos a las importaciones y eso es lo que permite la acumulación de reservas, sumado a una recesión brutal que reduce importaciones por un lado y demanda de dólares por otro. En algún punto, colabora a bajar la inflación básicamente porque los salarios se empiezan a atrasar y el poder adquisitivo es cada vez menor”, explicó.

Y continuó: “No veo una ‘V’. Si no empiezan a implementar una política económica sostenible, no vemos que en Argentina vaya a haber un crecimiento económico hacia el segundo semestre. A lo mejor, hay una leve recuperación desde estos niveles que son bajísimos. De ninguna manera tendremos el nivel de actividad que teníamos hasta el tercer trimestre del año pasado”.

Cuánto caerá la economía en 2024

Por su parte, la Fundacion de Investigaciones Economicas Latinoamericanas (FIEL) pronosticó una caída del PBI de casi 5% en 2024, con la economía tocando fondo entre el segundo y tercer trimestre del año: “Los indicadores anticipados de actividad son malos. La confianza del consumidor sigue por el piso y los datos disponibles de ventas de bienes durables muestran caídas importantes. Dada la fuerte merma en los ingresos de las familias y el agotamiento de algunos ahorros, la contracción seguramente continuará durante el segundo trimestre del año”.

En un informe reciente, la consultora visualizó algunos posibles motores de crecimiento: la normalización de la cosecha, la reducción del país y alguna recomposición de los ingresos que fueron sobreajustados al acelerarse la suba del costo de vida a fines de 2023 y principios de este año.

“El cambio en la fórmula previsional evitaría una gran recuperación en el poder adquisitivo de las jubilaciones, pero, de todas maneras, alguna mejoría se observaría en el segundo trimestre al reducirse la inflación respecto del primero. En el mismo sentido, a la larga o a la corta, las paritarias permitirán alguna recuperación de los salarios formales”, previeron los analistas de FIEL.

En tanto, Fundación Capital, empresa de análisis macroeconómico creada por el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, vislumbró que la actividad económica se retraerá 3,1% en 2024. Sin considerar el impacto positivo del agro, el declive alcanzaría -4,3%.

“Los peores meses en materia de actividad serían marzo, abril y mayo, en un contexto de fuerte pérdida de poder adquisitivo todavía no compensada y un desplome de la inversión, frente a los menores gastos de capital y la falta de un horizonte despejado hacia delante. En este sentido, prevemos que el PBI toque el piso durante el segundo trimestre, exhibiendo una baja del 3,7% interanual”, afirmaron.

Ante la falta de impulsores claros de una mejora en los números, anticiparon que la luz al final del túnel recesivo “difícilmente tome la forma de una ‘V’ y, en este sentido, retornar a la senda de crecimiento requiere de la recuperación del consumo, con una baja de la inflación que permita una recomposición real de los salarios y una mejora de la inversión, asociada a la liberación de restricciones cambiarias y la necesaria sustentabilidad sociopolítica del esquema económico”, a lo que sumaron como factor indispensable que el sector externo continúe en una senda positiva”.

Por otro lado, un reporte de Fundación Mediterránea-IERAL añadió otro escollo a sortear a fin de sobreponerse al desplome de la actividad: la salida del cepo cambiario. “El rebote en ‘V’ no luce garantizado, por el impacto sobre el sector construcciones del achicamiento de la brecha cambiaria y los problemas de empleo y un salario real que, después de una recuperación inicial, en promedio se habrá de enfrentar a las limitaciones que impone la baja productividad del país”, reza el escrito.

De esta manera, los autores del paper determinaron que las condiciones actuales parecen bosquejar “una forma de pipa de Nike, siendo clave para torcer esa historia lo que ocurra con la entrada de capitales; pero se sabe que la persistencia de los cepos opera como una barrera de contención para que más inversores estén dispuestos a ‘enterrar’ capital en el país”.

Además, evaluaron que el punto más bajo del decrecimiento se produciría entre el primer y el segundo trimestre, para luego evidenciar un cambio de tendencia producto del sector agropecuario. “En la medida que la inflación se reduzca y que mejoren los niveles de confianza y comience a producirse alguna recuperación parcial en el poder adquisitivo de los salarios; los sectores más relacionados con el consumo y la inversión podrían también contribuir positivamente durante el segundo semestre”, cerraron.

 

 

banner-noticia

Artículos Relacionados

Volver al botón superior
×