
El servicio de colectivos que conectaba Ramallo con Pérez Millán dejó de operar el pasado 14 de febrero, dejando a la localidad sin una alternativa de transporte público regular. La decisión fue confirmada por el empresario Daniel Martí, titular de la empresa prestataria, quien había anticipado en diciembre de 2024 que la continuidad del servicio era insostenible debido a la falta de subsidios y el crecimiento de la oferta de remises informales.
La línea, que funcionó durante casi 18 años, comenzó a reducir su operación a finales del año pasado, pasando de un esquema de transporte público a un servicio más limitado de carácter privado. Sin embargo, la eliminación del convenio con el municipio, que incluía un fondo para combustible, terminó por definir la interrupción definitiva.
Martí explicó que la baja cantidad de pasajeros—menos de 50 usuarios diarios—sumada a la ausencia de subsidios y el alto número de boletos gratuitos, hicieron inviable la continuidad. “Yo mismo creé esta línea y la sostuve hasta el último momento, pero sin apoyo económico, es totalmente deficitaria”, reconoció.
El servicio estaba adjudicado hasta agosto de 2025, pero la empresa decidió discontinuarlo de manera unilateral, advirtiendo que la ecuación económica-financiera ya no permitía su funcionamiento.