
A pesar de su futuro en otras partes del mundo, en Argentina, la firma continuará gracias a la empresa mexicano-estadounidense AsendNova Group, que invertirá una gran suma de dinero inicial para asegurar cierta estabilidad en el negocio.
Una deuda de más de 800 mil dólares definió la quiebra
En septiembre de 2024 la compañía decidió poner fin a un declive pronunciado desde 2019 declarando su bancarrota. Luego, la pandemia del Covid 19 y la guerra de Rusia Ucrania terminaron por dinamitar sus ganancias. En efecto, ambos hechos impactaron directamente en la obtención del suministro, lo que alteró a grandes escalas el número de su principal materia prima, la resina.
Lo anticipó
La multinacional había iniciado el proceso con acogida en el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos que establece una bancarrota que permite reorganizar las deudas de una entidad para mantenerse en pie y seguir operando.
El Capítulo 11 específicamente es el que le otorga a las empresas un tiempo prudente para poder reestructurar las operaciones y acomodar sus deudas, por eso también es conocido como «reorganización por quiebra». Sin embargo, la movida para Tupperware, significó una caída de sus acciones en más del 50%.
El futuro de Tupperware en Argentina
Adquirida con una inversión e US$10 millones, los empresarios mexicanos Miguel Fernández y Héctor Lezama, líderes de AscendNova Group, relanzaron el negocio. A principios de año, y con el objetivo de fortalecer la venta tradicional, Tupperware cerró la única tienda física que se encontraba en nuestro país, ubicada en Santa Fe al 2577.
Fernández había sido CEO de la empresa hasta finales del año 2023, cuando Lezama era director comercial. El norteamericano Korchaguin Jimenez es el tercero en la firma, quien tenía ya inversiones en el país en IG Networks.