El Gobierno nacional amplió los beneficios otorgados a SIDERSA en el marco del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), al autorizar la incorporación de seis nuevas posiciones arancelarias al listado de bienes que la empresa podrá importar con franquicia. La medida quedó formalizada a través de la Resolución 535/2025, publicada el 16 de diciembre en el Boletín Oficial.
La decisión se tomó luego del análisis realizado por la Subsecretaría de Política Industrial, que evaluó un pedido más amplio presentado por la compañía. Si bien la empresa había solicitado sumar 17 posiciones, el Ejecutivo aprobó solo seis, cinco de ellas de manera excepcional, ya que no estaban originalmente clasificadas como Bienes de Capital ni como Bienes de Informática y Telecomunicaciones. El aval se otorgó tras la presentación de informes técnicos que acreditaron que esos insumos resultan imprescindibles para la ejecución del proyecto.
Con esta ampliación, el denominado Proyecto Siderúrgico Argentino Sidersa podrá acceder a los componentes necesarios para mantener intacto el esquema de inversión originalmente aprobado. La Secretaría de Coordinación de Producción, que ejerce transitoriamente las funciones de Industria y Comercio, deberá notificar la modificación tanto a la empresa como a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) para la aplicación efectiva de los incentivos tributarios y aduaneros.
El emprendimiento industrial, que se desarrolla en la zona de la Ruta 9 y la Ruta 188, contempla la construcción de una moderna acería con una capacidad teórica de 360.000 toneladas anuales de aceros largos. La iniciativa fue aprobada en julio por el Ministerio de Economía y se convirtió en la primera presentación de carácter netamente industrial incorporada al RIGI, creado por la Ley de Bases.
Según datos oficiales de la empresa, la obra registra actualmente un avance superior al 10%, a menos de cinco meses de su anuncio formal. En esta etapa trabajan unas 350 personas, entre profesionales y operarios, y se estima que el pico de actividad demandará alrededor de 800 trabajadores. La puesta en marcha de la unidad productiva está prevista para el primer semestre de 2028.
El proyecto prevé una inversión superior a los 300 millones de dólares y la utilización de 5.500 toneladas de estructuras metálicas, 7.000 toneladas de equipos, 1.000 toneladas de cañerías, 650 toneladas de equipamiento eléctrico y unos 36.000 metros cúbicos de hormigón. Además, se estima que generará más de 300 puestos de trabajo directos y unos 3.500 indirectos, con impacto en sectores como la recolección de chatarra, la logística y los servicios asociados a la industria siderúrgica.
