El conflicto salarial entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la Cámara Argentina del Acero (CAA) persiste tras cuatro meses de negociaciones sin acuerdo. Las empresas del sector siderúrgico, en su mayoría vinculadas a grupos industriales de gran influencia, han mantenido su oferta de un incremento del 2% mensual, una cifra que el gremio considera insuficiente en un contexto de inflación creciente. En respuesta, la UOM ha demandado aumentos del 4% para los meses de julio y agosto y del 3% para septiembre y octubre.
Con la finalización de la conciliación obligatoria este lunes, el gremio metalúrgico ha quedado en libertad de acción y contempla posibles medidas de fuerza para presionar por mejoras salariales, incluyendo movilizaciones o acciones específicas en plantas claves del sector. La situación involucra a unos 20.000 trabajadores de la denominada Rama 21, que abarca plantas siderúrgicas ubicadas en San Nicolás, Villa Constitución, Campana y Rosario, donde el impacto de la falta de acuerdo se hace cada vez más visible.
La próxima audiencia en el Ministerio de Trabajo se fijó para el próximo lunes 7 de noviembre, y desde el gremio esperan que, antes de esa fecha, las empresas acerquen alguna oferta superadora que pueda destrabar el conflicto. La UOM sostiene que la prolongación de este conflicto salarial genera desgaste entre los trabajadores afectados, quienes perciben incrementos que no logran equiparar el índice inflacionario actual. La posibilidad de una medida de fuerza continúa latente y se evaluará de manera semanal según el avance de las negociaciones, en un contexto de tensión creciente dentro del sector industrial.
