
La crisis industrial sigue golpeando a Ternium, que en las últimas horas duplicó la cantidad de trabajadores suspendidos en la planta ubicada en San Nicolás, conocida localmente como la planta General Savio.
El esquema de suspensiones rotativas había comenzado el 17 de marzo, afectando a 60 operarios con una reducción del 25% de sus salarios. Ahora, la cifra trepó a 120 empleados, quienes seguirán cobrando el 75% de su sueldo mientras estén sin tareas.
Desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) San Nicolás expresaron su preocupación por el panorama laboral. “Está muy complicado. No sabemos cómo va a continuar la situación en los próximos días”, manifestaron.
La empresa ya venía implementando un plan de ajuste que incluyó retiros voluntarios y despidos, sin reposición de personal. Durante el verano, ni siquiera se cubrieron las vacantes temporarias por vacaciones.
La planta —que tiene capacidad para producir unas 150 mil toneladas mensuales— viene operando a media máquina desde hace meses. Las principales razones son el paralelismo en la obra pública, el freno en la industria automotriz, el agro y, más recientemente, la caída del consumo masivo, que impacta en la producción de envases laminados y hojalata.
En paralelo, las empresas contratistas que prestan servicios dentro del predio están recortando contratos de personal eventual, en grupos que van de diez a veinte trabajadores. La falta de actividad y la ausencia de perspectivas a corto plazo profundizan la incertidumbre.
El temor por nuevas medidas restrictivas crece entre los trabajadores, mientras la planta General Savio se convierte en un reflejo local del freno industrial que atraviesa el país.
Desde el sector gremial no descartan que la situación pueda agravarse en las próximas semanas. Si en mayo no hay una mejora en el mercado, el número de trabajadores suspendidos podría subir a 150, según estiman fuentes vinculadas a la actividad. Todo dependerá de la evolución de la demanda.
Durante marzo, el despacho cerró en 140.000 toneladas, una cifra que se mantiene por debajo de la capacidad operativa de la planta. Se prevé que este nivel se sostenga en los próximos meses, y los representantes de los trabajadores advierten que recién alcanzando las 180.000 toneladas se podría estabilizar el esquema laboral y evitar nuevas suspensiones.