El Gobierno leyó el respaldo legislativo a sus proyectos centrales como una confirmación de que el esquema político que viene construyendo empieza a rendir frutos. La aprobación del Presupuesto 2026 y de la Ley de Inocencia Fiscal en el Senado fue tomada en la Casa Rosada como una señal de solidez para Javier Milei, en un contexto donde el oficialismo ya piensa en cómo sostener y ampliar su base de apoyo.
La estrategia para destrabar el debate en la Cámara alta combinó negociaciones directas con gobernadores y el trabajo de una mesa política nacional. Ese espacio estuvo conducido por el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, con la participación de Diego Santilli y Patricia Bullrich, quienes articularon conversaciones para asegurar los votos necesarios en una sesión clave.
Dentro del oficialismo destacan especialmente a Osvaldo Jaldo, Gustavo Sáenz y Hugo Passalacqua. En Balcarce 50 los señalan como dirigentes que acompañaron desde el inicio las iniciativas más sensibles del Ejecutivo. “Hay que reconocer que, sin el apoyo de ellos a la Ley Bases, la moratoria, el blanqueo y otras medidas, no hubiésemos podido llevar adelante nuestro programa económico”, admitió en off a Infobae un integrante del gabinete nacional.
Ese respaldo no se limitó al comportamiento de los legisladores propios de cada provincia. También fue clave la capacidad de esos mandatarios para tender puentes con senadores de otros distritos, incluso en aquellos territorios donde las posiciones frente al Gobierno nacional no estaban del todo definidas.
La sesión en el Senado funcionó, puertas adentro, como un primer test para ordenar reclamos y expectativas de los gobernadores. Allí se dieron cuatro momentos determinantes: la aprobación del debate por títulos, en contraposición a la intención del kirchnerismo de discutir artículo por artículo; el tratamiento general del Presupuesto; la votación en particular del artículo 30, incluido en el Título II; y el rechazo a girar a comisión el proyecto conocido como “Dólares en el colchón”.
Los números terminaron de reforzar la lectura positiva del oficialismo. El Presupuesto obtuvo 46 votos a favor, 25 en contra y una abstención en general. El Título II reunió 42 adhesiones, 28 rechazos y dos abstenciones. En tanto, la Ley de Inocencia Fiscal fue aprobada con 43 votos positivos y 26 negativos. En el entorno presidencial remarcan que esas mayorías fueron posibles gracias al acompañamiento provincial.
En medio de esa rosca parlamentaria, Patricia Bullrich sumó su primer triunfo político como referente del espacio libertario al lograr que el Presupuesto avanzara con apoyos provenientes de distintos bloques. El resultado superó las previsiones iniciales y le permitió al Gobierno dejar atrás las dificultades que habían obligado a postergar la discusión sobre la reforma laboral, ahora prevista para febrero por falta de consensos.
La mirada del oficialismo está puesta en ampliar la gobernabilidad. Para eso, apuestan a capitalizar el respaldo popular obtenido en las elecciones legislativas de octubre y el apoyo económico y político de Estados Unidos, factores que los libertarios consideran decisivos para sostener el rumbo y proyectar competitividad electoral.
Desde el círculo cercano al Presidente entienden que este esquema de acuerdos permitirá ordenar alianzas dirigenciales y fortalecer la posición del oficialismo de cara a 2027, tanto a nivel nacional como en las provincias, en un escenario donde el armado político empieza a ocupar un lugar central en la agenda diaria.
Fuente: Con información de Data Clave
