
La disminución en la vacunación infantil y adolescente que atraviesa el país también se refleja a nivel local. La jefa de Pediatría del Hospital San Felipe, Daniela Díaz, señaló que la baja en las coberturas “no es un fenómeno reciente” y que se intensificó tras la pandemia, dejando a la ciudad con un nivel de protección muy inferior al recomendado.
Díaz explicó que en varias vacunas del calendario la cobertura local “no supera el 80% en la primera dosis” y que los refuerzos muestran porcentajes aún más bajos. Esa diferencia, sostuvo, aumenta la cantidad de personas susceptibles y debilita la inmunidad colectiva. “Cuando no se completan las dosis, la protección cae y vuelve a haber espacio para que reaparezcan enfermedades que veíamos muy poco”, afirmó, en referencia a cuadros como coqueluche o sarampión.
La médica remarcó que el impacto se extiende más allá de quienes no reciben sus vacunas, ya que compromete también a pacientes inmunodeprimidos u oncológicos. “Aunque se vacunen, no siempre logran generar defensas suficientes. Que otros no se vacunen los pone en riesgo directo”, indicó.
Díaz atribuyó la caída a múltiples factores: la interrupción de los controles durante la pandemia, las dificultades económicas que retrasan la asistencia a los centros de salud y la influencia creciente de discursos antivacunas. “No hay nada que avale científicamente lo que circula en redes o en algunos espacios públicos”, sostuvo, al rechazar la desinformación que se expandió en los últimos años.
La situación también se refleja en la internación pediátrica. “Antes era excepcional ver carnets incompletos; ahora sucede de manera sistemática”, describió. La diferencia entre sectores es marcada: en la atención pública suele observarse falta de controles periódicos, mientras que en el ámbito privado las demoras suelen responder a descuidos o falta de seguimiento.
Frente a este escenario, la pediatra consideró necesario reforzar acciones de recuperación del calendario desde el primer nivel de atención. Señaló que podrían retomarse campañas en escuelas, operativos territoriales y móviles sanitarios que acerquen la vacunación a los barrios. “La vacunación depende del área municipal y es clave ampliar la presencia en territorio para recuperar a los chicos atrasados”, expresó.
Díaz subrayó que “es un problema de todos” y que la única forma de evitar el regreso de enfermedades prevenibles es incrementar nuevamente la cobertura. “Las vacunas funcionan, son seguras y están respaldadas por décadas de evidencia. Necesitamos que las familias retomen los controles y completen los esquemas”, concluyó.



