Si bien a la feria asisten las personas que están en la movida veggie, lo que se busca es captar otros públicos, dar a conocer emprendedores del rubro y mostrar la gran variedad de opciones que existen. En cada edición hay propuesta gastronómica para almorzar en el lugar, productos de higiene personal como cremas, jabones, plantas y verduras libres de agrotóxicos. A pesar de que no tienen un lugar fijo, siempre se piensa en opciones al aire libre con música para “generar un clima distendido y con muy buena onda”, como sostienen desde la organización.
Aunque el veganismo parece una tendencia reciente, tiene raíces antiguas. Los primeros en llevar esta práctica fueron los yoguis hindúes, quienes creen que consumir productos derivados de animales afecta su equilibrio espiritual y flexibilidad. En el siglo XIX, con la fundación de la Sociedad Vegetariana en 1847, comenzó a discutirse el vegetarianismo moderno, diferenciando a aquellos que consumían lácteos y huevos y a quienes optaban por evitarlos.
Fue en 1944 cuando Donald Watson, un activista inglés, decidió fundar un grupo de vegetarianos que evitaran todos los productos animales. Así nació “The Vegan News” y con él, el término “vegan”. El veganismo se define como una filosofía y estilo de vida que busca excluir todas las formas de explotación y crueldad hacia los animales. Es por eso que las personas veganas evitan consumir carne, lácteos, huevos y miel, y eligen una alimentación basada en plantas. También optan por ropa o accesorios que no contengan cuero, lana ni otros derivados y prefieren marcas que evitan pruebas en animales.
Argentina se posiciona en el puesto cinco de países latinoamericanos con mayor cantidad de locales veganos o con opciones veganas, según el último ranking de Veganuary y HappyCow, por detrás de Brasil, México, Colombia y Chile, respectivamente. Este crecimiento sitúa a la Ciudad de Buenos Aires entre las que tienen más opciones en el continente, mientras que Rosario, Mendoza, Córdoba y San Carlos de Bariloche también experimentan un auge de alternativas basadas en plantas.
San Nicolás intenta no ser la excepción a estos datos, aunque Anahí Sanabria, una de las mentoras de la feria vegana que comenzó en el año 2018, reconoce que aún falta un camino por recorrer. El objetivo de este espacio es crear conciencia sobre la idea de que una alimentación variada, nutritiva y que no incluya sufrimiento y explotación animal es posible. Además, Anahí sostiene que esta práctica ayuda a cuidar el medio ambiente ya que, por ejemplo, en los mataderos o criaderos de animales se utilizan litros innumerables de agua.
“Por lo general, se tiene la idea de que llevar una alimentación basada en plantas que no incluya sufrimiento animal es difícil, pero todo parte de la información y las ganas de cambiar el pensamiento”, manifestó Anahí. “Cuando comencé no fue un camino fácil. Debí informarme y desaprender costumbres arraigadas durante años. La idea es no abrir paquetes o enlatados, sino consumir productos que nos ofrece la naturaleza”, concluyó.