
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) San Nicolás presentó una nota dirigida al Ejecutivo local para manifestar su oposición a un eventual bono extraordinario de 2 millones de pesos, que todavía no fue anunciado de manera oficial. La organización señaló que esta modalidad de pago “no llega a todos los empleados, no impacta en la jubilación y funciona como un mecanismo de disciplinamiento laboral”.
En diálogo con “Es por acá”, la secretaria general de ATE San Nicolás, María Eugenia Bravo, remarcó que “hace más de una década venimos con este tipo de prácticas que han implementado los intendentes Passaglia”. Según explicó, los distintos gobiernos locales utilizaron estas herramientas como premios discrecionales que en muchos casos no alcanzaron a los afiliados de ATE ni a los jubilados.
Bravo advirtió que este tipo de medidas se aplican en contextos electorales y las definió como “proselitismo de campaña”. Desde la organización insistieron en que la única vía para mejorar las condiciones de los trabajadores debe ser la negociación paritaria, con incrementos que se incorporen directamente al salario básico.
La sindicalista destacó que, en la actualidad, el plantel municipal se redujo de unos 1400 empleados a aproximadamente 480. Además, denunció que “hay muchísima precarización a través de las cooperativas” y señaló que muchos trabajadores fueron derivados a la figura de monotributo.
Bravo sostuvo que, con los últimos aumentos, un empleado que recién ingresa percibe cerca de 522.000 pesos, una suma que resulta insuficiente frente al costo de la canasta básica. “Lo que tienen que entender los municipales es que a la larga este tipo de bonificaciones no entran en la jubilación y después terminan cobrando migajas”, remarcó.
Finalmente, desde ATE reiteraron que no se oponen a mejoras en los ingresos, pero que estas deben ser universales, remunerativas y permanentes. Por eso adelantaron su rechazo a un eventual bono, que por el momento solo circula como rumor en el ámbito municipal.



