
Una jornada de fútbol de divisiones inferiores terminó con un grave episodio de violencia el miércoles por la noche, cuando el árbitro Lautaro Cejas fue agredido al retirarse del estadio tras dirigir el encuentro entre Argentino Oeste y Atlético Paraná, por la Copa de Plata.
El hecho se produjo fuera del campo de juego, en inmediaciones de la cancha del club 12 de Octubre, una vez finalizado el partido de Sexta División. Según la información recabada, padres, madres y jugadores vinculados a Argentino Oeste interceptaron al árbitro cuando intentaba subir a un remis y lo agredieron físicamente en plena vía pública.
Como consecuencia del ataque, Cejas debió recibir atención médica y radicó la correspondiente denuncia penal. El episodio generó una inmediata reacción institucional y derivó en la suspensión de la jornada de inferiores que debía continuar el jueves.
Estaban programados los encuentros Argentino Oeste–Social (Octava) y San Martín–Social (Quinta), pero la organización resolvió interrumpir la actividad y modificar la localía, que pasó al club Social de Ramallo.
Frente a lo ocurrido, el Colegio de Árbitros de la Liga Nicoleña de Fútbol difundió un comunicado oficial en el que repudió enérgicamente la agresión, expresó su total solidaridad con el árbitro y solicitó sanciones firmes y ejemplares por parte del Tribunal de Disciplina.
“La violencia no tiene lugar en el fútbol”, señala el documento difundido por la entidad arbitral, que remarcó la necesidad de preservar el desarrollo del deporte en un marco de respeto, especialmente en las categorías formativas.
La investigación del hecho continúa, mientras se aguardan definiciones disciplinarias y judiciales en torno a lo sucedido.



