Pasado el mediodía, concluyó la declaración del primer detenido por la muerte de Florencia Comas. En su testimonio ante el fiscal Julio Tanús, Solís rechazó las acusaciones, afirmando que no se encontraba en San Nicolás durante el período en el que ocurrieron la desaparición y el hallazgo del cuerpo sin vida de la joven de 27 años.
El detenido, quien admitió haber tenido encuentros ocasionales en el pasado con la víctima, no pudo aportar explicaciones claras sobre un elemento clave de la investigación: la sábana en la que fue encontrada envuelto el cuerpo sin vida de Comas y que, según los investigadores, pertenecería al imputado inicial.
El Ministerio Público Fiscal reveló que su identificación se logró mediante los múltiples tatuajes que tiene en sus antebrazos, brazos y mano, visibles en un video clave para la investigación. Aunque el rostro del hombre no era claramente distinguible en las imágenes, los tatuajes fueron determinantes para vincular al implicado con el caso.
En paralelo, los investigadores ahora centran sus esfuerzos en la búsqueda del teléfono móvil de Florencia Comas, que sigue sin aparecer. Este dispositivo podría ser crucial para aclarar con quién se iba a encontrar la joven el día de su desaparición y aportar información sobre sus últimas actividades. Sin embargo, el detenido negó tener información sobre el paradero del teléfono.
