
Durante una entrevista en el programa “Es por acá”, la doctora Vanina Binner, médica oncóloga del Hospital San Felipe de San Nicolás, analizó un hallazgo reciente que podría redefinir el tratamiento del cáncer: la identificación de la galectina-1, una proteína que cumple un rol determinante en la capacidad de los tumores para esquivar el ataque del sistema inmunológico. El descubrimiento fue realizado por el investigador argentino Gabriel Rabinovich y, aunque todavía se encuentra en etapa preclínica, ya genera expectativas en la comunidad científica y médica.
Binner explicó que el sistema inmunológico está preparado para identificar y eliminar células defectuosas o con crecimiento anómalo. Sin embargo, algunos tumores desarrollan mecanismos para volverse invisibles ante esa vigilancia. “Lo que se encontró es que la galectina-1 actúa como una especie de camuflaje. Al estar presente en la membrana de las células tumorales, bloquea la respuesta inmunitaria y permite que el cáncer crezca sin ser atacado”, señaló.
Este hallazgo no solo explica por qué ciertos tumores no responden a los tratamientos tradicionales, como la quimioterapia, sino que también abre la puerta a terapias inmunológicas más eficaces. “Al neutralizar la acción de la galectina-1 con anticuerpos específicos, se logró detener el crecimiento tumoral en modelos experimentales”, indicó la médica, aunque advirtió que aún falta comprobar estos efectos en pacientes humanos.
Actualmente, los ensayos están en fase preclínica. Esto significa que los estudios se realizan en laboratorio, en entornos controlados que simulan el microambiente tumoral. El paso siguiente será iniciar pruebas clínicas con personas, un proceso que, según Binner, puede demorar varios años, ya que requiere comprobar la eficacia y seguridad del tratamiento en distintos contextos.
El avance fue probado inicialmente en cáncer de páncreas, uno de los más agresivos y con menor tasa de supervivencia. No obstante, la oncóloga aseguró que podría ser extrapolado a otros tipos de tumores. “Este descubrimiento se puede aplicar a varios cánceres que expresan esta proteína. Las primeras investigaciones están enfocadas en los más resistentes a la quimioterapia, pero el potencial es amplio”, sostuvo.
En paralelo, la especialista señaló que la medicina de precisión ha generado un cambio profundo en el abordaje del cáncer. A diferencia de las terapias generales, los tratamientos actuales buscan actuar sobre blancos moleculares específicos del tumor de cada paciente. “Ya no se trata de aplicar quimioterapia de forma estándar, sino de estudiar qué alteraciones genéticas tiene el tumor y diseñar una estrategia terapéutica personalizada”, explicó.
En este contexto, San Nicolás también tiene un rol activo. En el Hospital San Felipe se desarrollan ensayos clínicos y se aplican terapias innovadoras en pacientes con cáncer de mama. “Estamos trabajando tanto en el ámbito público como privado, con medicación de alto costo, en articulación con centros de referencia. Se necesita una gran estructura logística, desde la solicitud de la droga hasta su aplicación, y el acompañamiento de todo un equipo humano”, remarcó.
Binner destacó que este tipo de tratamientos —como los anticuerpos monoclonales— pueden combinarse con quimioterapia u otras estrategias inmunológicas para mejorar los resultados y reducir los efectos adversos. “El objetivo no es solo curar, sino también cronificar la enfermedad en aquellos casos donde no se puede erradicar, brindando una buena calidad de vida y reduciendo la toxicidad”, señaló.
Consultada sobre los cambios en la expectativa de vida de los pacientes oncológicos, Binner afirmó que los avances han sido significativos. “Hace décadas, un diagnóstico de cáncer era prácticamente una sentencia. Hoy, muchos pacientes viven varios años con la enfermedad controlada. Incluso en tumores como el de pulmón, que antes tenía un pronóstico muy desfavorable, los tratamientos dirigidos han logrado extender la sobrevida más allá de los seis meses iniciales que se consideraban imposibles de superar”, detalló.
La médica subrayó que cada tumor es distinto y que los avances dependen del tipo y subtipo del cáncer, además del acceso a la medicación. “En cáncer de colon, por ejemplo, hay al menos cinco subtipos que requieren abordajes diferentes. Lo mismo ocurre en mama y pulmón. La clave es seguir apostando a la investigación, tanto a nivel nacional como local”, concluyó.
Además, anticipó que en futuras entrevistas profundizará sobre los ensayos clínicos que se realizan en San Nicolás, en el marco de una medicina pública comprometida con el acceso al conocimiento científico y terapias de vanguardia