
Tomás Zanazzi, marcador central formado en Social de Ramallo, lleva nueve meses en el fútbol italiano. Tras un paso por el Atlético Tricase en el sur del país, hoy juega en el San Domenico Asti, en el norte. De visita en su ciudad, habló con GOLAZO sobre su presente, su historia con la Liga Nicoleña y sus sueños por cumplir.
– ¿Cuándo se gestó tu pasión por el fútbol?
– Mi amor por el fútbol nace a los 4 años, gracias a mis padres, que me llevaron al Baby de Social. Ahí hice muchos amigos que hoy son como hermanos. Los recuerdos que tengo son muy lindos, a pesar de que éramos muy chicos. Fueron momentos especiales que marcaron mi vida.
– ¿Qué significa el Celeste de Ramallo en tu vida?
– Social es el club de mi pueblo, el que me vio nacer, el que me formó como jugador y como persona. Es donde me encuentro con mis amigos cada domingo. Significa mucho para mí.
– ¿Por qué marcador central?
– Por una cuestión de altura. Cuando arrancamos a jugar en el Baby, era uno de los más grandotes, así que pienso que me mandaron para atrás por eso.
– ¿Cómo se ve hoy ese Tomy del pasado?
– Mucho más maduro, mejor de la cabeza, con el objetivo claro.
– Estás jugando en el ascenso italiano. ¿Cómo llegó esa propuesta?
– Llegó a través de un representante. Viajé sin club, me entrenaba solo en una cancha sintética mientras esperaba los papeles para poder jugar y quedarme en Italia, ya que no tengo ciudadanía.
– Hablame del Atlético Tricase (Promozione Puglia) y del San Domenico Asti (Eccellenza Piemonte), tus primeros dos clubes europeos.
– Tricase fue mi primer club, en el sur de Italia. Ahí conocí tres argentinos que me ayudaron muchísimo con la adaptación. Era un club ordenado, pero el presidente no hacía bien las cosas. En diciembre me llegó una propuesta de un club del norte (San Domenico Asti), que jugaba una categoría superior. Es una experiencia hermosa y, en lo personal, me está yendo bien.
– ¿Hay diferencias con el fútbol argentino?
– Futbolísticas, pocas. Pero creo que los argentinos vivimos el fútbol de una manera distinta, con más intensidad, y eso se nota. Me costó un poco el idioma. En el norte era el único sudamericano del plantel, y no entendía nada de lo que me decía el DT o mis compañeros.
– ¿Cómo es el día a día italiano?
– Económicamente se puede vivir tranquilo. No te privás de nada: si querés ir a comer a un restaurante todos los días, lo podés hacer. Lo que te da el club depende del equipo y la categoría. En Tricase compartía casa con tres argentinos; el club nos daba la residencia, pero teníamos que pagar la comida. En diciembre me mudé al norte, estaba solo en un hotel cinco estrellas en el centro de la ciudad. Tenía desayuno libre todos los días, y almuerzo y cena en un restaurante donde comía primer plato, segundo y postre, todo pago por el club.
– ¿Qué es lo que más extrañás?
– A la familia, los amigos y esos momentos simples que se viven con ellos.
– Hay varios jugadores de la Liga Nicoleña en Europa. ¿Tenés contacto con algunos?
– Sí, siempre. Tratamos de ayudarnos entre todos para que se haga más fácil. A los pocos días de llegar a Italia, estaba tramitando los papeles y fui una semana a Leverano (Promozione Puglia), donde está Augusto Laena. Viví con él y entrené en su equipo, pero no me pude quedar por una cuestión de cupos de extranjeros. En diciembre me llamó el director deportivo porque se liberó un lugar y estaban interesados, pero yo ya estaba en el norte, así que no se pudo dar de compartir equipo con Laena y Franquito Rubén, que llegó después.
– ¿Cómo viene este parate? ¿Cuándo volvés a competir?
– Lo estoy disfrutando muchísimo. Las pretemporadas en Italia arrancan a principios de agosto. Estoy aprovechando para hacer cosas que me gustan: comer en familia, jugar picaditos con amigos, ir a pescar…
– ¿Seguís el presente del fútbol nicoleño?
– Siempre. Veo un cambio positivo: que se filmen todos los partidos es un gran paso. Estoy al tanto de todo lo que pasa. El campeonato está parejo, y los ocho que clasifiquen se van a hacer fuertes. No tengo un favorito.
– ¿Qué sueños te quedan por cumplir?
– Poder jugar profesionalmente en un club de Argentina y ver a mi familia en la cancha.
– ¿Quién es Tomás Zanazzi?
– Un chico humilde y sencillo, que disfruta compartir momentos con sus seres queridos y que ama el fútbol.
YO SOY: Tomás Zanazzi
• APODOS: “Zanaca”, “Gordo”, “Toto”
• FECHA DE NACIMIENTO: 14-05-1998 (Ramallo)
• HIJO DE: Langui Zanazzi y Evelyna Piri
• CLUBES: Social de Ramallo, Defensores de Villa Ramallo, Regatas de San Nicolás, La Emilia, Atlético Empalme, Huracán de Ingeniero White (Bahía Blanca), Atlético Tricase (Promozione Puglia), San Domenico Asti (Eccellenza Piemonte)
• HINCHA DE: Boca Juniors
• COMIDA PREFERIDA: Milanesas con puré
• CANCHA MÁS DIFÍCIL: Villa Mitre (Bahía Blanca)
• MOMENTO INOLVIDABLE: Salir campeón con Social en 2017, en cancha de Defensores
• UN DT: Sergio “Tano” Barbieri
• ZAGA CENTRAL IDEAL: Mauro Ressi
• JUGADOR MÁS COMPLICADO: Ezequiel Ham, jugando de falso 9 en Olimpo (lo enfrenté con Huracán, muy bueno)
• GOL QUE MÁS GRITÉ: Con Huracán por el Regional contra Blanco y Negro (Coronel Suárez). El partido estaba picantísimo
• LUGAR PARA VACACIONAR: Mar del Plata con amigos