La Clínica Santa Isabel, única institución especializada en salud mental de la zona norte de la provincia de Buenos Aires, comunicó que mantiene conversaciones con el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) a fin de sostener la prestación de servicios a sus afiliados. Las gestiones continúan abiertas luego de que la entidad sanitaria advirtiera una posible reducción en la cantidad de cápitas asignadas.
Según declaraciones públicas, el propósito de la clínica es garantizar la atención integral de 25.000 afiliados en San Nicolás y 5.000 en Ramallo, evitando interrupciones en los tratamientos actualmente en curso. El objetivo, señalaron, es preservar la continuidad de los abordajes terapéuticos que incluyen no solo a personas mayores, sino también a adolescentes y niños que requieren psicopedagogía, fonoaudiología y acompañamiento psicológico.
La institución había expuesto en septiembre pasado la problemática derivada de una decisión unilateral del PAMI que, según informó la dirección médica, implicó la quita de 16.000 cápitas a partir del 1º de ese mes. Desde entonces, se mantiene una continuidad transitoria en la atención mientras se busca un acuerdo definitivo que restablezca las condiciones previas de prestación.
Actualmente, la clínica registra 500 consultas mensuales de afiliados a PAMI, además de 40 internaciones crónicas —en su mayoría judicializadas— y 12 pacientes agudos. En paralelo, brinda servicios a afiliados de IOMA y de otras obras sociales privadas.
Desde la Clínica Santa Isabel adviertieron que la falta de resolución podría afectar tanto la atención de los pacientes como la estabilidad laboral del personal que integra su equipo interdisciplinario. Las autoridades del centro sanitario aguardan la respuesta de la Gerencia de Prestaciones Médicas de PAMI, ante la cual ya fue presentada una propuesta de continuidad integral para todos los servicios de salud mental.
