
Una conciliación obligatoria dictada por la delegación regional San Nicolás del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires dejó sin efecto la retención de tareas que la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) había previsto iniciar este miércoles en la planta de Ternium, en Ramallo. La medida alcanzaba a trabajadores de casi 50 empresas contratistas que prestan servicios dentro del complejo industrial.
El conflicto fue generado por múltiples reclamos vinculados a deficiencias en higiene y seguridad, y una escala salarial que, según el gremio, mantiene a la mayoría de los operarios por debajo de la línea de pobreza. Las quejas habían sido expuestas en distintas audiencias ante la autoridad laboral, sin que se lograra un acuerdo entre las partes.
En declaraciones al programa “Es por acá”, el secretario de Asistencia Social de la UOM, Luis Sánchez, explicó que el conflicto tiene larga data y que incluye desde vestuarios y baños en condiciones deterioradas hasta ingresos que no alcanzan a cubrir la canasta básica. Afirmó que hay reclamos que llevan más de 20 años sin resolverse y que algunos problemas han derivado en accidentes laborales fatales por la precariedad de las instalaciones.
El dirigente también indicó que, si bien los pedidos fueron dirigidos formalmente a cada una de las empresas contratistas, es Ternium quien fija los techos salariales y condiciona cualquier intento de mejora. Según remarcó, esta práctica frena avances incluso cuando las empresas estarían dispuestas a ofrecer mejores condiciones.
La conciliación obligatoria obliga a suspender toda acción directa y a mantener las negociaciones abiertas, sin que ninguna de las partes pueda alterar la situación vigente. Más de 2.000 trabajadores afiliados a la UOM continuarán con sus tareas en tanto se retoma el diálogo institucional.