
“La experiencia de ir a narrar a la Feria del Libro de Buenos Aires nos ilusionó mucho porque nos permitió desenvolvernos en un espacio maravilloso. Tener un lugar propio en ese ambiente donde se convoca a los niños nos obligó a perfeccionarnos, a preparar textos, a elegir guiones. También, como grupo, nos enriqueció muchísimo. Estamos muy contentos con eso, sobre todo ahora que no tenemos feria local. Ya van tres presencias en Buenos Aires”, comenta María del Carmen Trincado, quien se define como la “mamá” del grupo por ser una de las fundadoras.
La participación más reciente se dio en el marco de la 49.ª Feria Internacional del Libro, que tuvo lugar del 24 de abril al 12 de mayo de 2025 en el predio de La Rural, Palermo. Allí, Cuentacuentos presentó “La Maravillosa Máquina de los Cuentos”, una puesta que luego replicaron en escuelas locales, combinando música, coreografías y recursos visuales y dramáticos para que los relatos resulten divertidos y sorprendentes. “La verdad que nos va bien, lo logramos. El ida y vuelta con el público es maravilloso”, manifiesta María del Carmen.
Respecto a la elección de los textos, desde el grupo comentan que la primera condición es que al narrador lo enamore, que le guste y lo sienta propio. La dinámica se basa en que cada integrante elija los textos y luego los comparta para que los demás los escuchen. “Somos el nexo entre el libro y quien lo recibe. Tenemos el privilegio que muchos autores no tienen, que es verles la cara, la expresión y los ojos a los destinatarios. Muchos autores escriben en silencio y no tienen esa devolución maravillosa. Sentimos en nuestro cuerpo cuando se emocionan, se ríen, nos creen, desconfían o están imaginando algo que les pasó”, describe María del Carmen.
Otra de las experiencias significativas que vivieron fue la participación en el Teatro y en el Auditorio Municipal. En cuanto al intercambio con el público adulto, lo describen como “fascinante”, porque narrar —en vez de leer— es lo que les permite mirar a los ojos a quienes los escuchan y establecer un vínculo que, si bien tiene como vehículo el texto, en las presentaciones le ponen el cuerpo y las emociones. “De las experiencias volvemos enriquecidos y felices, y eso nos hace enamorarnos más de este arte de la narración”, expresa María del Carmen.
Cuentacuentos Nicoleños cumplió doce años de vigencia. La primera intención fue armar mesas de libros para que los padres dejaran a los niños en la Feria del Libro local —que por muchos años se desarrolló en la Escuela Normal de la ciudad— y ellos recorrieran los diferentes espacios. Pero los adultos se quedaban a escuchar; entonces descubrieron que había un nicho de acción y disfrute que en ese momento no estaba instalado en la ciudad.
En la actualidad, el grupo está conformado por diecisiete integrantes. No cuentan con días fijos para reunirse ni con un espacio físico, pero el lugar de origen es la Biblioteca Popular del barrio Del Carmen, que por aquel entonces surgió como un proyecto con el objetivo de conectarse con la comunidad en la que funciona la biblioteca.
El requisito para formar parte es aceptar el desafío de trabajar como voluntario. “Como el espíritu es solidario, la búsqueda está orientada a personas con ganas de dar su tiempo, esfuerzo, preparación y superación. No apuntamos a nada que tenga que ver con lo material, sino a llenarse de experiencias para el alma. La convocatoria está dirigida a gente que entienda qué es esto de dar a los demás sin recaudar dinero, pero trayéndose de vuelta experiencias hermosas que son las que nos regala este arte de narrar”, concluye María del Carmen.