Lo convirtió en arquero titular indiscutido de Conesa y en una de las más brillantes selecciones de Pergamino. Pero como siempre, el destino y la pasión, que son el viento de la vida, terminó sus días futboleros jugando por amor a la camiseta.
Elson Pastochi, el “león” de Conesa, nació en General Rojo un 30 de julio de 1931 y a los seis años lo llevaron a vivir a Conesa. Se crió en un ambiente de campo, con amigos de esos que son para toda la vida, y como correspondía en esa época jugando en las siestas un picado. El, de todos los puestos eligió el único en un equipo de fútbol, en el que puede usar las manos para ahogarles la alegría a los adversarios. Enseguida sobresalió porque desde chico se mostró con cualidades innatas para ser arquero.
Cuanta Julio “El Negro” Rozadilla que “imponía una presencia en el área no solo por su físico sino por su decisión y voluntad. En un mano a mano con un delantero que entraba a definir, él se tiraba a los pies y les sacaba la pelota. Siempre creímos que iba a triunfar en el fútbol profesional pero también sabíamos que tenía un carácter dentro de la cancha que lo perdía. Y así fue”.
Pastochi no solo atajó en Conesa sino que puso sus ojos en el oeste, en la Liga de Pergamino. Por aquellos tiempos tenía la costumbre de ubicarse detrás de uno de los grandes arqueros que tuvo Pergamino: Rivarosa. Este arquero -mayor que Pastochi- integró un seleccionado que logró el subcampeonato argentino en 1952. Jugaron la final con el equipo de Santiago del Estero en Córdoba. El equipo pergaminense que representaba a Buenos Aires perdió 2 a 1 la final y militaban otros coneseros. Aquella tarde el equipo formó con: Rivarosa, Mauricio Muñoz -abuelo de Ezequiel Muñoz- Zorzoli, Ceballos, Lacoume y Zabala; Mastrobernardino, Ceballos, Gigena y el recordado y exquisito Osvaldo Di Gilio y “el Piojo” Di Rosso. Este fue un equipo emblemático que marcó a varias generaciones de futbolistas de la zona norte. Pero volvamos a nuestro protagonista que admirando a Rivarosa lo reemplaza una tarde en la cancha. El experimentado arquero se ubicó detrás del arco que defendía Pastochi y a los gritos lo aconsejaba para alentarlo. Eso Pastochi nunca lo olvidaría.
Malas promesas
Julio Rozadilla y Cachín Conca, que supo formar dupla de defensa con Mayo Bazán, coincidieron que nuestro arquero tenía un fuerte carácter en la cancha. Así como era un tenaz y aguerrido entrenando, y un exigente director técnico; era un hombre con mucho carácter en el área. Cuenta Julio que en 1957 estaba haciendo el servicio militar y llegó tarde a la cancha, se cruzó con un compañero de equipo y le preguntó que pasó; la respuesta fue “El loco Pastochi le pego al arbitro y le bajo dos dientes”.
Según cuenta la mitología conesera el árbitro que “uno de los mejores de Pergamino” había sancionado una falta, Pastochi se arrimó a reclamarle y el referee lo amenazó: Váyase Pastocci porque si sigue discutiendo lo echo”. A lo que el arquero contestó “si me hecha le pegó una trompada”. El referee no dudó y sacó la tarjeta roja. Pastochi lamentablemente también cumplió. Y fue por este motivo que fue suspendido de por vida para jugar al fútbol. La víctima fue el referee Ernesto Conti de la Liga de Pergamino. Al arquero por esa actitud violenta lo suspendieron de por vida.
Es de hombres pedir perdón
Mario Pastochi nos recibe en su casa. Es un mediodía de diciembre y lo acompañan su esposa y su hijo Luciano. Empezamos mirando fotos familiares y recuerda “el día que lo acompañé a Pergamino a mi padre a pedirle disculpas a Ernesto Conti. Fueron algunos años después y lo encontró en su trabajo en Tráfico del Ferrocarril de Pergamino, allí le pidió disculpas por aquel arranque de bronca. Ernesto Conti, que era un señor, le aceptó las disculpas y le dio la mano en señal que no quedaban rencores por aquella mala tarde”. Mario admite que “mi viejo estaba empeñado en que jugara al fútbol y yo no tenía vocación. Cuando él era técnico me llevaba a entrenar y en una oportunidad me puso en el equipo…pero no hubo caso”.
Luciano tiene recuerdos de nieto. “El abuelo era hincha de San Lorenzo pero como arqueros admiraba al “Pato” Fillol y a Amadeo Carrizo”. Los últimos años de su vida se dedicó a las bochas en el Centro de Jubilados de la Industria Siderúrgica, representó a San Nicolás en los Torneo Abuelos Bonaerenses y era común encontrarlo rodeados de amigos prendidos entre lisas y rayadas.
El día que el estadio lo ovacionó
Fue en la cancha de Argentinos de Pergamino. Antes que el Seleccionado de esa ciudad se midiera con Junín por el Argentino se enfrentaron el clásico de la zona rural: El Socorro contra Conesa.
“Los muchachos de Socorro habían jugado un muy buen primer tiempo. Y sus delanteros habían buscado el gol pero Pastochi estaba encendido. Les había bajado la persiana y sacaba todo lo que le tiraban. El, depende de cómo tenía el sol usaba una gorra, cuando terminó el primer tiempo todos estábamos en el campo del Socorro atacando. Sonó el silbato y Pastochi alzó su gorra y se encamino hacia los vestuarios, y desde los cuatro costados de ese estadio surgieron los aplausos como premio a su labor. Y lo cuento y se me pone la piel de gallina- como buen hincha de River que soy- nos contaba Julio Rozadilla mientras Porota su esposa nos va cebando unos mates.
Conesa Campeón en la Liga Independiente
Esta Liga fue creada por Vitorio Ruffini y Nicolás Poggi en 1962 y tuvo sede en General Rojo. Participaron equipos míticos como Boulevar y Mataderos, Juventud Unida del Paraje Maravilla, Erézcano, Estrella Roja (Fotball Club de Conesa), Campos Salles, Guerrico entró algunos años y un equipo de la zona rural de Rojo. En 1966 el Estrella Roja salió campeón en Primera División y Reserva. Estrella Roja tenía como arquero a Elson Pastochi y alineó a Raúl Leide, “El pequeño” Acuña, Boarini, Oyola y Barrangú; Carlos Brandalesi, Angel “Pocho” Peña, Carlitos Fernández; Julio Rozadilla (Oscar Leide) y Ramón “Cañonero” Sanguinetti. Los últimos partidos en el punto de Julio Rozadilla lo ocupó Oscar Leide por enfermedad de Julio. Y la final la jugó Oscar. Estrella Roja se impuso 3 a 0 con goles de Carlitos Fernández (1) y Ramón “Cañonero” Sanguinetti (2).
Pastochi fue un gran arquero que estaba predestinado por su capacidad y entrenamiento a ser profesional; Julio Rozadilla lo comparó con Miguel Ruggilo “El león de Wembley”, por la seguridad y por esas estiradas que llegaba con la mano donde pocos llegan. Sin embargo, por su humildad o por aquella tarde que lo condenó a la suspensión, pareció que nadie en ningún medio lo volvió a recordar. Sin embargo, en Conesa y la zona rural, cuando se acuerdan de memoria un equipo el arquero Pastochi está presente. La vida de Elson Pastochi se apagó en nuestra ciudad un 14 febrero del año 2009 rodeados de sus hijos Mario y Graciela, una bandada de nietos que se criaron a la sombra y bajo el cariño del “León de Conesa”.
