Como si la pelea en el Congreso fuera la única, la UCR tendrá otra pelea, esta vez territorial, el próximo domingo 6 de octubre. Se trata de la elección del próximo titular del radicalismo bonaerense, un lugar clave para el esquema de alianzas electorales que tendrá el centenario partido en la Provincia.
De un lado, el senador Maximiliano Abad, quien termina su mandato al frente del partido, impulsó con los intendentes bonaerenses, al exintendente de Trenque Lauquen y excandidato a vicegobernador bonaerense, Miguel Fernández.
Del otro lado, el senador nacional por la Capital Federal, Martín Lousteau, su socio y vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, y el diputado díscolo Facundo Manes animan a Pablo Domenichini, diputado provincial por la Tercera Sección electoral.
Por su lado, Migue Fernández tiene el apoyo de 20 de los 27 intendentes, todos del interior bonaerense, los senadores y más de la mitad de los diputados provinciales. Todos responden a Abad, quien bajo su presidencia logró reunir el armado territorial del interior.
Por su lado, Domenichini llegó a la boleta de 2021 de la mano de la candidatura de Manes y se apoya en la estructura de Lousteau y Yacobitti para intentar sumar adhesiones que le permitan dar pelea ante Abad y Fernández.
Por caso, Federico “Fredy” Storani lo banca así como también la diputada nacional, Danya Tavela: ambos son candidatos a ser delegado en el comité nacional. Mientras otro apoyo clave, el intendente de Tandil, Miguel Lunghi, además se postula como convencional nacional.
Según calculan en la UCR hay más de 500 mil afiliados al partido en Provincia, aunque votarían un menos de un cuarto de ellos. O al menos eso esperan ante el masivo desinterés que surge en los partidos políticos ante cada interna. Y eso que el radicalismo ha hecho un culto de sus internas desde su nacimiento.
En 2021, por caso, cuando fue electo Abad hubo 120 mil correligionarios participaron.
Fuente: Ezequiel Spillman, editor de Política de Diario Perfil