Deportes

Manuel Sánchez, el pequeño nicoleño que sueña a lo grande

Con solo 14 años, Manuel Sánchez es una de las grandes promesas de la gimnasia artística deportiva de nuestra región. Integrante del Gimnasio Conesa y alumno del Instituto San Juan Bautista, su rutina diaria combina entrenamientos de alto rendimiento, estudio y mucho apoyo familiar.

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En los últimos días, recibió una nueva invitación para participar en un campus intensivo en Medellín, Colombia, como parte de su preparación para competencias nacionales e internacionales. Manu habló con GOLAZO en una nota cargada de energía, donde compartió su recorrido, sus metas y todo lo que lo empuja a seguir.

“Comencé gimnasia a los cinco años. Siempre me gustó saltar, hacer piruetas. Cuando pasaba por el gimnasio y los veía entrenar, sentía que quería estar ahí”, cuenta Manuel, con la claridad de quien descubrió muy temprano su vocación. Su camino empezó como el de muchos: en la escuelita. Pero con el tiempo fue encontrando su rumbo entre los aparatos. Sus favoritos: el suelo y el salto, donde se siente más seguro y cómodo.

Aunque en paralelo también jugaba al fútbol en El Fortín, llegó un momento en que tuvo que elegir: “Me costó decidir, pero me terminé inclinando por lo que verdaderamente me hacía feliz. Extrañaba el gimnasio, sabía que tenía condiciones y objetivos por cumplir. Volví con más ganas que nunca”, recuerda. El respaldo de su entrenador, Eugenio Coffey, fue clave: “Siempre me dio su apoyo y me esperó en ese proceso”.

Además de Eugenio, entrena bajo la guía de Bibiana Vélez y cuenta con el acompañamiento de referentes como Martín Espíndola y Santiago Ruppel. También guarda un gran cariño por Fátima Cores y Alan, sus primeros profes, a quienes reconoce por su cercanía y por haberlo formado en los primeros pasos.

La disciplina que eligió no da tregua. Manu entrena de lunes a sábados, reparte sus tiempos para cumplir con la escuela y encuentra un equilibrio posible gracias al apoyo de su familia y docentes. “A veces llego muy cansado, pero me va bien. En el colegio me entienden y me apoyan mucho”, señala. El esfuerzo es compartido: sus padres, su hermano Joaquín y sus abuelos están siempre. “Mis viejos hacen un esfuerzo enorme para que yo pueda seguir entrenando. Mis abuelos me llevan todos los días. Nada sería posible sin ellos”, asegura, con gratitud.

En las próximas semanas viajará por segunda vez a Colombia, para entrenar en la Liga Antioqueña de Gimnasia. Se trata de un programa intensivo que incluye trabajo en doble turno, junto a otros atletas de la región. “Allá entrenamos ocho horas diarias, con descanso al mediodía. Tenemos acompañamiento de kinesiólogos, psicólogos y un espacio de musculación. Es una experiencia que te cambia”, afirma.

Su próximo objetivo es el selectivo nacional, que otorga plazas para el Sudamericano, también previsto en Colombia. Ya sabe lo que es competir a ese nivel: en 2023 participó en el Sudamericano de Bariloche, donde fue campeón en suelo y octavo en la general. “En 2022 había clasificado a Ecuador pero no pude asistir. En Bariloche tuve revancha y me fue muy bien. Este año voy por más”, se ilusiona.

Para él, la clave está en la constancia. “Hay que tener claro a dónde uno quiere llegar, plantearse metas a corto y largo plazo. Y no perder de vista que esto se hace con esfuerzo y amor por el deporte”.

Cuando se le pregunta por el futuro, no duda: “Mi sueño es poder competir en los torneos que se me presenten, seguir creciendo. Y algún día, representar al país en los Juegos Olímpicos, cierra el pequeño campeón nicoleño, que ya empieza a dejar su huella.

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