En las redes sociales, nacen y se difunden fenómenos particulares. Como sucede con una nueva moda nacida en el seno de la virtualidad que se está trasladando a la cotidianeidad. Se trata de los “patitos kawaii”, unas pequeñas aves de plástico amarillo que los jóvenes comenzaron a usar de manera insólita: en la cabeza, como una hebilla. Aunque el origen de este artículo viral es japonés, ya llegó a las calles de Rosario, donde se puede conseguir a un módico precio.
Todo el mundo sabe qué son los patitos, pero pocos saben que la palabra “kawaii” proviene del país nipón y se relaciona con el mundo del animé. En sus orígenes, su significado en español era algo similar a “sonrojarse”. No obstante, el término se ha ido adaptando y hoy los hispanohablantes lo utilizan para designar un objeto “tierno” o “adorable”.
En los últimos días, se volvió tendencia esta extraña moda, y se viralizaron múltiples videos de grandes y chicos usando como vincha estos pequeños animales. Aunque su origen se remonta a la otra punta del mundo, los patitos kawaii se comenzaron a ver en Argentina, primero en Buenos Aires, sobre todo en el Barrio Chino, donde los artículos del universo animé abundan, pero ahora llegaron a Rosar
Los “patitos kawaii” llegaron a Rosario
¿Dónde se venden los patitos kawaii en la ciudad? ¿Quiénes eligen usarlos en la cabeza? Buscando respuestas, La Capital llegó hasta Luis, vendedor ambulante que trabaja en la esquina de Córdoba y Entre Ríos hace más de 16 años, y que en el último tiempo llenó su puesto de estos particulares animalitos de plástico.
El vendedor cuenta que comenzó comprando unos pocos ejemplares, pero al ver el éxito de ventas aumentó el número. El precio es módico: por mil pesos se puede conseguir un patito que incluye una hebilla, lo que lo transforma en una especie de pequeño sombrero personalizado.
El furor por este artículo es tal que este sábado por la tarde, uno de los momentos de la semana más concurridos de la peatonal, Luis asegura que vendió más de 80 patitos amarillos. Luego de este hit, se propuso un desafío: vender 100 por día.
Luis, quien también lleva el animalito de plástico en la cabeza, explica por qué se subio a esta tendencia: “Me gusta que la gente que me ve se ria”.
Al consultarle las razones detrás de esta moda, Luis, quien también lleva el animalito de plástico en la cabeza, se emociona. “El que elige usar un patito en la cabeza, lo hace porque es una persona feliz”, comienza y agrega, sobre su propio caso: “Me gusta que la gente que me ve se ria”.
“En este momento de crisis en el que estamos remando todos y estamos mal, el ejercicio de reír es importante”, amplia Luis sobre por qué decide llevar un patito amarillo en la cabeza. “El sábado explotó la venta”, asegura sobre el éxito de ventas, y continúa: “En un tiempo la mesa va a ser toda amarilla”. Además del artículo en tendencia, entre los productos más vendidos del puesto se encuentran los juguetes de imitación Lego y los muñecos de acción.
Además de en el puesto de Luis, los famosos patitos amarillos pueden conseguirse en bazares y de forma online. En Mercado Libre, por ejemplo, se venden tres ejemplares por 5000 pesos.