
Una industria en problemas
Como antecedente, el Grupo Dass, conocido por fabricar calzado para marcas como Adidas y Fila, anunció recientemente el cierre de su planta en Coronel Suárez, afectando a 360 trabajadores. La compañía de capitales brasileños detalló que la decisión se encuadró dentro de un plan de negocios en el que reorganizará toda su operatoria en su otra fábrica ubicada en la localidad de Eldorado, provincia de Misiones.
La planta de Coronel Suárez había sido inaugurada en 2011 sobre el predio de la ex fábrica Gatic. En sus primeros años de actividad, llegó a emplear hasta 1.700 personas, pero con el tiempo fue reduciendo su personal debido a diversos factores económicos.
La realidad es que el cierre de esta planta generó una fuerte preocupación en la comunidad de Coronel Suárez, ya que Dass era el segundo mayor empleador en la región después del municipio.
Otro caso de relevancia en el sector fue el de la firma Bicontinentar, que en noviembre pasado despidió a 130 trabajadores de su planta de producción localizada en la ciudad bonaerense de Chivilcoy.
Estos despidos no son casos aislados, sino que se enmarcan en una crisis más amplia que atraviesa la industria del calzado en Argentina. Diversos factores están contribuyendo con esta situación, entre ellos, la caída del consumo debido a la recesión económica, lo que llevó a una disminución en la demanda de calzado. Según datos de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), la producción en el sector cayó un 15%, mientras que las ventas disminuyeron un 20% en el último año. A esto se suma el aumento de las importaciones, que crecieron alrededor del 50% en el mismo período, permitiendo el ingreso de productos extranjeros a precios más bajos y dificultando la competencia para la industria nacional. También los altos costos de producción y la presión tributaria elevada afectan la rentabilidad de las empresas locales, obligando a algunas a reducir su planta de empleados o, en casos más extremos, cerrar sus puertas.
Fuente: Con información de Ámbito