
Gimena Viviani, abogada representante de vecinos, en diálogo con el programa “Es por acá”, explicó el alcance de la sentencia que ordena a la empresa Naviera Lojda SA “recomponer el ambiente, o sea, retrotraer las cosas a su estado anterior a la realización de las obras”.
La causa se inició en 2012, a partir del reclamo de un grupo de vecinos de Ramallo afectados por las actividades de la firma arenera en la zona de El Tonelero. Según relató Viviani, “lo que hizo la arenera fue adueñarse de todo el humedal y el bañado que linda con la arenera, que es de uso público”. Alambró el área, rellenó el humedal y avanzó sobre la costa sin autorización.
Durante estos años, la empresa continuó utilizando el predio como propio, a pesar de la vigencia de una medida cautelar. Viviani remarcó que los recursos naturales son competencia de la provincia y cuestionó el rol de los organismos estatales. Aseguró que, a pesar de estar al tanto del conflicto, “nunca hicieron nada”, y mencionó que existen informes de la Autoridad del Agua en el expediente.
La resolución judicial establece que la empresa deberá cesar con las actividades que provocaron el daño y recomponer el ambiente. Esa tarea deberá realizarse conforme a la pericia técnica presentada en la causa, elaborada por el ingeniero Cuadranti. Viviani indicó que “todas las actividades que impliquen recomponer el ambiente y la reforestación de la zona deben hacerse bajo control y con medidas acordes al lugar”.
Si bien la sentencia aún puede ser apelada, la empresa debe comenzar igual con la reparación. “No se suspende la ejecución de la sentencia”, aclaró la abogada, al explicar que este tipo de causas, al tratarse de acciones de amparo, no se frenan aunque haya apelación.
Al ser consultada sobre los tiempos judiciales, fue enfática: “La justicia, lamentablemente, debo decir que si bien en estos casos falló bien y falló a favor del ambiente, es lerda”.
También remarcó la importancia del compromiso vecinal para sostener el reclamo durante más de una década. Y consideró que el fallo deja un mensaje claro: las empresas deben saber que dañar el ambiente tiene consecuencias, incluso si pasan muchos años.
Por último, anticipó que, una vez cumplida la etapa de recomposición, se evaluará si corresponde reclamar una indemnización sustitutiva por los daños que no puedan ser reparados.