La planta de Acindar en Villa Constitución inició el viernes último una nueva reducción de actividades con la paralización del área de reducción directa a lo que seguirá mañana la acería y la semana próxima los trenes laminadores. La decisión remite al escenario recesivo general y a la paralización de la obra pública que dispuso el Gobierno nacional, lo que frenó la demanda de insumos como los que produce la metalúrgica.
La principal planta de producción de la compañía fundada en 1942 pero desde 2006 parte del Grupo ArcelorMittal ya estuvo paralizada casi un mes entre marzo y abril últimos, momento en el cual también frenó la actividad en sus otras tres fábricas. Las razones son las mismas: ajustar la producción a una demanda de productos siderúrgicos cuyo principal destino es la construcción y que con el parate de la obra pública se derrumbó en más de un 40%.
En ese contexto, la compañía pretende ajustar la producción a la mitad de su nivel histórico: bajar de 1,2 millón de toneladas anuales a 600.000. En la empresa trabajan 3.000 personas en forma directa, entre personal de planta y contratados, más otros 1.000 ocupados en talleres que proveen a la siderúrgica.
“La situación es grave teniendo en cuenta el panorama, la coyuntura y lo que viene para adelante”, advirtió el secretario general del gremio metalúrgico UOM de Villa Constitución, Pablo González. “Estaríamos recibiendo suspensiones, vacaciones atrasadas y francos compensatorios”, agregó el dirigente sobre las consecuencias.
Gonzalez precisó la secuencia del freno productivo: “Hay un parate de 105 días de la planta de reducción directa que procesa mineral de hierro para la acería, el jueves estaría parando, durante tres semanas, la planta de acería que es la que fabrica las palanquillas y la materia prima para el hierro de construcción, el alambre y el hierro especializado para el mercado automotor y la minería. Y la semana que viene los trenes laminadores tendrán paradas intermitentes de dos semanas promedio”.
Toda la industria en baja y los trabajadores peor
Según un informe que presentó el INDEC “Utilización de la capacidad instalada en la industria. Abril de 2024”, en abril de 2024 la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubicó en 56,6%, nivel inferior al del mismo mes de 2023, que fue de 68,9%.
Un relevamiento del Centro de Economía Política (Cepa) sobre la situación de los gremios que conforman la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) muestra un panorama similar que afecta, en este caso, a 61.728 empresas y 1.097.693 trabajadores. El informe concluye que el 95,7% de las empresas respondieron que están peor que el año pasado y, de ellas, un 56,5% que “está mucho peor”. En el 73,9% de las empresas hubo despidos: el 52% de las mismas cesanteó hasta un 5% de su personal, y el 61% admitió que redujo turnos de producción. Y el 56,5% reportó que ofreció retiros voluntarios a sus empleados.
Si la situación de las compañías es grave en el contexto recesivo derivado de la política económica recesiva, la de los trabajadores es crítica. “Hay una complicidad de parte de muchos empresarios, y hoy se lo planteamos a Acindar. Ellos pueden perder plata un año, nosotros no, los trabajadores y las trabajadoras no estamos preparados para perder un año, ya venimos perdiendo contra la inflación y contra el poder adquisitivo del salario que se fue devaluado desde 2015”, reprochó el secretario general de la UOM de Villa Constitución. Les endilgó mantener su respaldo al Gobierno libertario en función de su perfil contrario a los derechos laborales: “Están apostando a que salga la ley Bases –que volvió a Diputados con modificaciones– y a que gremios como el nuestro que somos clasistas y combativos no se nos permita realizar una asamblea o un bloqueo”.
En ese sentido, y agregó: “Acindar junto con Paolo Roca (CERO de Techint) están haciendo lobby y hace ya casi ocho meses que no pagan la paritaria actualizada, ya ni hablar de la paritaria de este año”, abundó González.
Regreso a los 90
El dirigente de la UOM describió un escenario “similar al del 91, donde hubo una fuerte flexibilización laboral y una profunda caída de la actividad económica, donde Acindar sacó 3.000 trabajadores”.
La referencia a la época del menemismo prende las luces de alarma. Por el momento, Acindar no anunció despidos, pero según González “hay una intención de eliminar 200 puestos de trabajo con planes de retiro voluntarios, y si esto no avanza en el nivel que ellos quieren en algún momento, van a encontrar una excusa para que lleguemos a un conflicto”.