Según un informe del sitio especializado en Comercio Exterior, Artemisión, en la industria nacional del sector, se están sintiendo los efectos de un aumento en las importaciones de calzado desde Brasil, China, Indonesia y Taiwán, lo que complica aún más las proyecciones para el resto de 2024.
Entre enero y julio, la importación de calzado terminado creció un 21%, mientras que la importación de insumos para ensamblaje en el país cayó un 50%, según informó Horacio Moscheto, secretario de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC).
A pesar de estas cifras, las empresas del sector sostienen que las importaciones aún no representan un problema. Sin embargo, ya bien avanzado el segundo semestre y sin respuestas claras desde el gobierno, las esperanzas se centran en una recuperación del poder de compra para al menos mantener los empleos actuales.
Caída en la producción
Según los últimos datos del Indec, la producción de calzado en junio fue un 19,8% menor que en el mismo mes de 2023, acumulando una caída del 17,8% en el primer semestre de 2024.
Las estimaciones sobre la disminución de las ventas varían: las empresas hablan de una caída del 30%, mientras que los trabajadores del sector la sitúan en un 45%.
Caída en las ventas minoristas
Las ventas minoristas cayeron un 8,8% en julio y acumularon un descenso del 11,6% en los primeros siete meses del año, según el Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
El estudio también reveló que el segmento más afectado por la baja en ventas fue el del calzado de lujo o de moda, mientras que los productos de uso intensivo mantuvieron un flujo de ventas más cercano a los niveles habituales.
En junio, la CAME ya había registrado el impacto de los cierres de empresas y el creciente temor de los industriales pymes frente a la liberación de las importaciones anunciada por el gobierno, lo que llevó al sector a replantear sus estrategias ante un posible escenario de demanda permanentemente reducida.
Resiliencia y ventas
La capacidad de adaptar estrategias es una opción limitada a los grandes fabricantes, quienes cuentan con los recursos necesarios para soportar la caída en ventas y pueden centrarse en producir para acumular stock, a la espera de ver qué ocurre en 2025.
Es probable que algunos de estos grandes jugadores absorban parte del mercado que dejen las pymes que han cerrado o que seguirán cerrando.
Recientemente, un fabricante destacado contó que su empresa estuvo inactiva por más de un mes desde fines de mayo, con el personal suspendido, aunque sin despidos, pero con salarios reducidos al 70%. Pudo reanudar la producción, pero pensando en el próximo año, sin nuevas ventas y sin haber terminado de cobrar por la producción ya distribuida desde hace meses.
Incrementos de precios moderados
Mientras tanto, el calzado es uno de los sectores con incrementos de precios más moderados (2,6% en julio, según el IPC de Buenos Aires), pero esta estabilidad no ha sido suficiente para impulsar las ventas.
El principal obstáculo sigue siendo la caída del poder adquisitivo, un problema que afecta tanto a los productores locales como a los importadores.
Preocupación entre los trabajadores
La inquietud entre los trabajadores del sector crece ante la posibilidad de un aumento masivo en las importaciones.
La Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra) denunció en un reciente comunicado la política del gobierno nacional, que ha resultado en 1.500 despidos en todo el país. Aunque las empresas no han confirmado esta cifra, admiten que se produjeron más de 1.000 despidos en la primera mitad del año.
Gremio en estado de movilización
Ante esta situación, Uticra se declaró en estado de movilización y destacó la “urgente necesidad de utilizar todas las herramientas gremiales necesarias para frenar el plan económico”.
El sindicato también informó que está en diálogo con otros gremios, legisladores y autoridades locales y provinciales para buscar “respuestas urgentes” a la difícil situación del empleo en el sector.
Fuente: Con información de Infogei