El Diario La Opinión, que hace poco más de un mes tiene nuevos dueños, dejará de publicar su edición en papel tras 107 años.
A partir de la pandemía y fuertemente afectada por la crisis, La Opinión no se imprimió más los martes, miércoles y jueves. Y hasta la actualidad sale a la calle sólo viernes, sábado y domingo.
Pero eso ocurrirá hasta algunas semanas más porque la decisión de las nuevas autoridades es abandonar definitivamente la edición en papel.
De este modo, el único medio impreso que se sostendrá en la ciudad es el Semanario El Tiempo.
La mayoría de los lectores jóvenes migraron sus lecturas hacia la modernidad digital. Buscan un contenido más visual, que se adapte a sus dispositivos de uso cotidiano como teléfonos móviles y computadoras.
El mundo cambió mucho desde la invención del diario a estos días. Hoy los costos de imprimir en papel son mucho más altos, por nombrar uno. Ni hablar de los costos en el traslado de toda la maquinaria que se necesita. A medida que esta situación se hace más palpable en el presente, se reduce drásticamente la producción impresa. Si las economías de escala decrecen, el escenario se profundizará con mayor complejo.
La Opinión, como muchos diarios impresos están en crisis desde hace varios años o incluso décadas. Tal vez no desaparezcan y se reconviertan -como ya lo han hecho y hacen- en ediciones digitales de pago.
Las lecturas digitales son el presente, aunque lo importante y concreto es que aún las ediciones impresas resisten, aún en las condiciones cambiantes de un mundo marcado por lo digital, lo disruptivo y el continuo cambio.