
Tenía apenas 3 años Patricio Máximo Sardelli cuando su abuela catalana Blasa le enseñaba tangos. Con 3 años y medio, Pato la tenía muy clara: sabía casi una treintena de tangos y cantaba en Grandes Valores del Tango, aquel clásico programa conducido por el enorme Silvio Soldán por Canal 9. Era parte del elenco estable de ese programa que marcó una época. El nene conquistaba a todos con su carisma, astucia y talento.
En la casa de la familia Sardelli en Don Torcuato la música era religión por mandato familiar. Fue Gastón Faustino, el hermano mayor, el que empezó a dar los primeros pasos con una banda de amigos donde cantaba. El garaje de la casa era el sitio elegido para ensayar por Gastón & amigos. Cuando terminaban la sesión, los pequeños Pato y Guido Armido se arrimaban para tocar un poco los instrumentos ajenos ya que no tenían. De esas prácticas, surgió ”Los nietos de Chuck”, la primera banda formada por los hermanos después de que Gastón abandonara el grupo de sus amigos para tocar con sus hermanos. El nombre nació porque tocaban canciones de Chuck Berry. También metían música de The Beatles, Creedence, Jerry Lee Lewis y más estilos. Tocaban en bares, cumpleaños, fiestas privadas y eventos.
La banda fue creciendo y empezó a componer sus canciones propias. Las grabaciones se realizaron de manera casera y los temas salían con el aporte de todos. Cuando por obligación debieron inscribir la banda para un show, decidieron llamarse “Airbag” porque querían una palabra universal como Nirvana. Vaya si lo lograron.
Uno de los que luego fue un clásico nació ahí al principio: “La partida de la gitana”.
Hace un año, Patricio, uno de los músicos más completos de la actualidad, se transformó en el primer músico latino en brindar una cátedra para Gibson, la empresa de guitarras más grande del mundo. Gastón (Cuti) la rompe en el bajo mientras que Guido, quien arrancó en la batería, se transformó en cantante, segundo guitarrista y pianista de lujo. Además integran la banda, siendo muy buenos Sebastián Roascio Goldar en la batería y el rosarino José Luis Joselo Berrone en teclados.
Los hermanos Sardelli, criados musicalmente bajo la influencia de su abuela, han pateado el hormiguero en la escena del rock latinoamericano. Su disco “Al parecer todo ha sido una trampa”, álbum con 17 hits arrasadores, fue el último enganche para que su público no pare de multiplicarse. Es una banda que ha girado por tantas ciudades y países siempre de manera exitosa, que acumula 7 discos, cientos de sold out, dos shows sinfónicos memorables, han sido teloneros de Guns N’Roses, Bon Jovi, Muse e invitados a tocar con Steven Adler, entre tantos sueños cumplidos. Ni hablar de que son fija y de gran convocatoria en los festivales más importantes de la región, deslumbrando aquí en las últimas ediciones del Cosquín Rock, Lolla Palooza, Quilmes Rock y Rock en Baradero, entre otros. Son locales en México, Colombia, Perú, Paraguay, Uruguay, Chile y España también.
El estilo que paractican y con el cual se imponen en la escena rockera actual es en base a un sonido del hard rock de guitarras, pulcro y cargado de energía que la banda viene forjando, alcanzó el summum con Al parecer todo ha sido una trampa (2021), el álbum con el que ganaron el premio Gardel a Mejor Álbum de Rock.
“El disco es una crítica a esa visión de que está todo bien pero en el fondo estamos todos recontra quebrados y tenemos que pretender que está todo bien”, explica Guido. “Yo creo que el álbum es un poco eso, habla de pararse y rescatar un montón de cosas de las que de alguna manera nos hemos desconectado, creo que la energía del álbum pasa por ahí. Es el fracaso de occidente como lugar de vanguardia, esa es la trampa que nos vamos a dar cuenta cuando toda esta generación tenga 40 y tenga que lidiar con todos estos trastornos que van a empezar a surgir. Se habla mucho de la salud mental de ese aspecto pero no se aborda una manera para solucionar problemas y cada vez más los hábitos que consideramos como normales y que estamos creando no creo que contribuyan a una salud mental mejor. Un poquito abre esa puerta para que el que lo escuche también reflexione”., agrega el más joven de los hermanos.
Nunca falta el Himno Nacional Argentino (interpretado con la guitarra de Pato) en los shows de Airbag. Es la única banda del país que lo hace. “Nuestro himno es de los más lindos del mundo. Me gusta mucho la música clásica y tiene mucho de Beethoven, en sus melodías y pasajes”, afirmó Pato. Los hermanos Sardelli admiten que siempre que lo tocan, genera una unión en todos los presentes y una sensación de orgullo argentino.
Este finde, la banda continuó su gira en el gimnasio de Unión de Santa Fe y en el Metropolitano de Rosario con entradas agotadas, algo habitual cada vez que se presentan en vivo. Este año el tour arrancó en febrero con 6 fechas en el Luna Park con tickets sold out, continuó en las ciudades españolas de Bilbao, Madrid y Gijón. En el retorno al país metieron dos shows en Mar del Plata , dos en Córdoba y los de este finde. Se vienen La Plata, Mendoza, San Juan y el recorrido por Latinoamérica que incluirá Montevideo (Uruguay), Asunción (Paraguay), Santiago (Chile), Lima (Perú) y Bogotá (Colombia).
Aquí todo les está quedando chico. En 2022 el estadio elegido fue el Diego Armando Maradona de Argentinos Juniors, en 2023 el José Amalfitani de Vélez (fueron más de 45 mil personas) y aún no fue anunciado el del 2024. Los tres hermanos son fanáticos de Boca.
Lo mejor de ellos es, que según cuentan amigos y allegados, siguen siendo los mismos. Seguramente allí radique el secreto de un boom sin fecha de vencimiento, justificado en la atracción que su notable obra artística genera en sus seguidores.
“No somos una banda de moda. Con el tiempo lo vamos a demostrar”, vaticinaba muy seguro Guido allá por 2005 luego del primer año. El tiempo le dio la razón. Los chicos crecieron y Airbag es un huracán imparable.
Fuente: Por Ignacio Arámburu