La Autoridad del Agua (ADA), organismo de la provincia de Buenos Aires, confirmó que el agua del Acuífero Puelche, con el que se abastece San Nicolás y otras localidades bonaerenses y que sirve como punto de extracción para que la empresa Atanor desarrolle sus actividades industriales, presenta atrazina y sus derivados en todas las muestras obtenidas por el organismo en zonas lindantes a la fábrica de la firma. Esta situación causó preocupación en los vecinos del barrio, quienes fueron este jueves al Concejo Deliberante de la ciudad para pedirle a la Municipalidad que les entregue agua envasada.
Hace unas semanas, un informe de Greenpeace dio cuenta de atrazina presente en el suelo tras analizar muestras que tomaron días después de la explosión. La empresa, que fabrica agroquímicos, negó esa situación. Ahora, la ADA, que es la máxima autoridad en materia de agua en la provincia de Buenos Aires, llevó adelante un análisis de tres pozos de abastecimiento y cuatro de monitoreo en la zona de la planta de Atanor, en los que detectó presencia de atrazina y sus derivados.
Las perforaciones hechas en tierra para abastecerse de esa agua llegan hasta el Acuífero Puelche, un yacimiento de aguas subterráneas que abastece de agua potable a diversas localidades bonaerenses; entre ellas, San Nicolás. El dato que se conoce ahora, por los resultados de los análisis de la ADA, es que el acuífero presenta “valores positivos de plaguicidas en todas las perforaciones ya sea de monitoreo como de abastecimiento”.
“Cuando uno habla de un pozo de agua no es algo estanco. Está interconectado con el río”, detalló Maggi, para diferenciar los pozos de monitoreo con los de abastecimiento: mientras que los primeros llegan a entre 5 y 8 metros para suministrar agua que no es apta para consumo humano, los segundos “viajan a profundidades que alcanzan al Acuífero Puelche, donde nadie se espera que la contaminación llegue a esa profundidad”.
“En casos de suma preocupación o con evidencia, como pasó con Atanor, la ADA decidió examinar a mayor profundidad. La sorpresa es encontrar ahí los contaminantes”, dijo el abogado. Y añadió que los resultados coinciden “con las mismas sustancias que Greenpeace anunció que había constatado” en la zona.
Pedido de agua envasada
Tras conocerse los resultados de estos análisis, vecinos del barrio fueron a entregar una nota al Concejo Deliberante de la ciudad para manifestar su preocupación.
Además, solicitaron a la Municipalidad de San Nicolás que provea a los vecinos del barrio con agua envasada. “Los resultados dan más que mal. (Las autoridades) deberían actuar de oficio y no por impulso nuestro, que tomamos agua sabien que tiene todas esas porquerías”, manifestó a este medio Gabriel Godoy, vecino que vive a tres cuadras de la planta química, que permanece clausurada.
La explosión en la fábrica de agroquímicos Atanor ocurrió a las 3.30 del 20 de marzo. Según explicaciones de la empresa el mismo día del incidente, el mismo se produjo por “un incremento de presión en el proceso de síntesis química de atrazina que generó la ruptura de la tapa del reactor afectado al proceso. Esto dio origen a un incendio en el sector de aminación de la planta”.
Tras el hecho, el ambiente en varias cuadras a la redonda se tornó irrespirable y se vieron manchas blancas impregnadas en casas, autos y varios elementos de la vía pública, desde postes de alumbrado y calles hasta plantas.
Un día después de la explosión, la Justicia bonaerense determinó el cese de actividades de la planta, que continúa hasta hoy.