Historias

Nació en La Plata, lo premió la NASA y está entre los mejores 50 estudiantes del mundo: Conocé a Ian Gottlieb

Ian Gottlieb estudia en la Universidad Nacional de La Plata y es uno de los 50 finalistas del Global Student Prize. Conocé su historia y por qué fue premiado.

banner-noticia
banner-noticia

Con apenas 20 años, el recorrido académico del platense Ian Gottlieb es notable. El alumno, que actualmente cursa Ingeniería Química en la Universidad Nacional de La Plata, fue distinguido por el Premio Global Chegg como uno de los mejores 50 estudiantes del mundo. Pero él, sin falsa modestia, asegura que no es ningún talentoso: “Todo lo que logré, fue por trabajo duro”.

“Mi familia desde muy pequeño me ha impulsado a decir esto de “bueno, andá detrás de los sueños, sé feliz” y me ha generado incluso esto de éstas ganas por hacer”, explicó Ian en No Hay Plata, y reveló cómo las danzas clásicas y la natación de alto rendimiento le forjaron la perseverancia y la resiliencia, dos claves de su carrera.

Así fue que logró superar los efectos de la sorpresiva pandemia de coronavirus en 2020, que lo dejaron sin poder caminar por tres meses. “Estuve cinco hasta poder dar la vuelta a la manzana. Me agarré un Covid muy fuerte que sin dudas se resintió mucho en el cuerpo y la mente“, recordó el estudiante.

A toda crisis, una oportunidad. El tiempo de encierro sembró en Ian la curiosidad por el estudio. Se anotó en cursos, seminarios y concursos. Todos ellos de manera virtual, y con estudiantes de todo el mundo. Eso lo introdujo en un circuito que más tarde lo depositaría en las instalaciones de la NASA en Houston, Texas.

Las ideas que Ian llevó de La Plata al mundo

El perseguir sueños como filosofía de vida, y la competencia como guía y camino a seguir, llevaron al joven estudiante a inscribirse al concurso que organizaba la Organización Internacional de Energía Atómica. Allí, junto a un grupo de comañeros persentaron un proyecto donde propusieron un modelo para mejorar la matriz energética de la Argentina a partir del Torio, un elemento con propiedades que le permiten ser aprovechado de manera especial en reactores más pequeños.

No obtuvo un premio, pero consiguió algo mucho más importante: abrir las puertas de un nuevo mundo académico y comenzar a tejer una red de apoyo educativo con docentes y otros estudiantes. “He tenido profesores maravillosos que me han acompañado y han apoyado esas ganas de hacer y de vincularme con mi enorno”, valoró Gottlieb.

El espíritu competitivo que ya había mostrado cuando era nadador de alto rendimiento hizo que se anote en otro concurso de ciencia. Y en otro. Y en otro más. “Son las competencias de alguna manera las que nos guían y nos trazan un camino para seguir. Competencias contra los demás y contra uno mismo”, reveló. Así llegó la oportunidad de la NASA.

“Fuimos seleccionados alrededor de 43 estudiantes de todo el mundo preuniversitarios por FICES una fundación vinculada a la NASA para proyectar una misión tripulada a marte. Fuimos a formarnos con los profesionales que están en la vanguardia de los desarrollos en NASA y nos recibieron en lo que es la Universidad de Clear Lake, en Houston. No solamente tuvimos las clases, sino que también en conjunto con todos los estudiantes logramos proyectar una misión tripulada a Marte. Me gradué del programa, pero además me volví con el reconocimiento de haber sido quien obtuvo las mejores calificaciones“, rememoró Ian en No Hay Plata.

Ahora es finalista del Global Student Prize 2024, que premia los proyectos de estudiantes que buscan generar un fuerte impacto social. El punto destacado por los organizadores fue su capacidad de organizar equipos de trabajo para generar soluciones a problemas concretos de la sociedad.

Ian Gottlieb: “La educación, la ciencia y la cultura es lo más importante que tenemos”

En todo momento Ian tiene presente que detrás de su incuestionable mérito hay un apoyo que vectoriza sus posibilidades. “Hay muchísimas personas atrás. Amigos, familiares, docentes que han estado. Sin dudas, de no ser por mi país, por ellos y por la UNLP, no podría”.

Como un producto destacado de la educación pública, hoy pide luchar y defenderla: “Yo siempre digo de que la educación y la ciencia son de las cosas más importantes que tenemos, la cultura también lo es y que debemos defenderla. Es algo imprescindible luchar y tener consciencia sobre lo que se hace y relevar estas historias, demostrar que en este país se puede”.

“Cuando nosotros decimos que estamos entre los mejores 50 estudiantes del mundo decimos que estamos en representación de esas tantas personas que día a día trabajan muy duro y se esfuerzan y se sacrifican para sacar este país adelante“, asegura Gottlieb. El plural es por Martina Bagsall, que también fue destacada por Chegg.

“Me parece que fuera del contexto social que atravesamos actualmente tenemos que empezar a pensar nuevos modos para poder trabajar, para empezar a pensar el hacer cotidiano. No siempre se nos van a dar las circunstancias, ni tener las mejores condiciones, pero no por eso vamos a bajar los brazos, sino todo lo contrario. Tenemos que redoblar los esfuerzos y pensar las formas: políticas, iniciativas que nos permitan salir adelante y cumplir los sueños“, concluyó Ian Gottlieb.

Fuente: Con información de Infocielo

banner-noticia

Artículos Relacionados

Volver al botón superior
×