Desde su asunción, Javier Milei demostró una capacidad sorprendente para manejar la agenda pública, pero la actual crisis, marcada por conflictos internos y problemas no resueltos, pone a prueba esa habilidad. La reciente frustración del Pacto de Mayo y la renuncia de Nicolás Posse han intensificado las dificultades, a las que se suma un escándalo judicial en el Ministerio de Capital Humano bajo la ministra Sandra Pettovello. En este escenario, la apuesta del Gobierno está centrada en la aprobación de la ley Bases, crucial para avanzar en privatizaciones y otras reformas.
En Balcarce 50 reconocen la gravedad del momento y la parálisis que genera la demora en la aprobación de la ley Bases. El Presidente intentó desviar la atención con la creación del “Consejo de Mayo”, pero sin la ley Bases en marcha, las iniciativas se han quedado en el papel.
Milei había anunciado el proyecto “Hojarasca” como el siguiente paso tras Bases, un plan de eliminación de leyes obsoletas preparado por Federico Sturzenegger. Sin embargo, la implementación de este proyecto está condicionada a la aprobación de la ley Bases. La confianza en el Gobierno está en su punto más bajo, con el Senado aún sin los votos necesarios y complicaciones adicionales por la oposición a la ley de movilidad jubilatoria alternativa.
La situación se complica con la expectativa de un aumento en la inflación debido a factores estacionales, lo que podría ser un revés político significativo. Mientras tanto, en el seno del Gobierno se barajan posibles cambios de funcionarios, con la reciente renuncia de Fernando Szereszevsky y la indefinición sobre el futuro de varios altos cargos.
La postergada reunión entre Milei y Sturzenegger para definir el formato del anunciado “ministerio de Modernización” sigue pendiente, reflejando las tensiones y las dificultades para avanzar en la agenda de reformas. El empoderamiento de la nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI) también está en discusión, con planes para una división dedicada a la ciberseguridad.
En este contexto, las voces internas que sugieren pedir ayuda a los aliados del PRO se hacen cada vez más fuertes. Sin embargo, la directiva de mantener una postura independiente sigue siendo dominante en la Casa Rosada.
A pesar de los numerosos desafíos, el Gobierno mantiene su apuesta a la aprobación de la ley Bases como la clave para salir de la crisis y retomar la iniciativa política.