Luego de que el año pasado el Gobierno argentino y una decena de países como Francia, Alemania, Reino Unido y Corea del Sur iniciaran investigaciones sobre el uso de datos personales que hace Worldcoin, esta semana España tomó la iniciativa y resolvió prohibir directamente que la empresa a cargo de Sam Altman -el creador de la inteligencia artificial ChatGPT- continúe escaneando el iris de su población a cambio de una suma en criptomonedas.
La decisión, tomada por la Agencia Española de Protección de Datos, ordena a Worldcoin el “cese de inmediato en la recopilación de datos personales en el territorio español” y el bloqueo de toda la información reunida hasta el momento en ese país.
Y es que si bien la explicación oficial que da Worldcoin a su iniciativa es que pretende escanear el iris de toda la población mundial para crear un “pasaporte de humanidad” digital que sirva para diferenciar a las personas de las inteligencias artificiales en Internet, lo cierto es que muchos temen los usos eventuales que se le podría dar a esa información personal.
Por lo pronto, la agencia española considera que la iniciativa implica “importantes riesgos” como son la filtración de datos de salud, la creación de identidades fraudulentas o “el riesgo social, ya que se pueden estar creando infraestructuras de identidad sin las garantías adecuadas y nuevos patrones de discriminación y seguimiento”.
El proceso
Según la fundación Worldcoin y que opera desde las islas Caimán, su proyecto tiene dos objetivos: crear un método de identificación mundial para las personas que nos dé más seguridad frente a bots, inteligencia artificial y estafas; y por otra parte generar un sistema financiero mundial que ayude a las personas que perderán su empleo por la Inteligencia Artificial.
Para conseguirlo, la empresa distribuye lo que llama “orbs”, unas cámaras esféricas del tamaño de una pelota que se sirven para escanear los ojos. Estos dispositivos, presentes ya en muchos países desde octubre de 2022, comenzaron a verse el año pasado en La Plata, entre otras ciudades argentinas, en la zona de la facultad de Informática.
El proceso implica que los interesados en ofrecerse para que les escaneen el iris deben primero descargar en sus teléfonos una aplicación que registra su información personal y genera un código con el cual se realiza el escaneo. A cambio de ello al voluntario se le acreditan unas diez criptomonedas equivalentes a treinta mil pesos.
La información biométrica obtenida es inalterable, lo que significa que cederla a una empresa privada expone a los participantes a una extrema vulnerabilidad en términos de privacidad e identidad. Ocurre que el iris posee 256 puntos característicos que nos convierten en individuos irrepetibles, garantizando la identidad aún más que una huella digital.
Se calcula que en Argentina más de 360.000 personas ya llevaron a cabo este proceso que generó concentraciones y extensas colas en centros comerciales, plazas, boliches y grandes centros, principalmente en el Conurbano.
Dada la masividad del fenómeno, el año pasado, la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP), autoridad de Aplicación de la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales, inició una investigación sobre el tratamiento de datos personales que realiza la Fundación Worldcoin en Argentina, con el objetivo de verificar las medidas de seguridad adoptadas en el marco de la protección de la privacidad de las y los usuarios de la aplicación digital.